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97 años de la primera vez en Le Mans
La primera carrera se disputó el 26 y 27 de mayo de 1923, y desde entonces se ha disputado anualmente en junio, con las excepciones de 1956 y 1968, que se llevó a cabo en julio y septiembre respectivamente. La tradicional competencia solamente fue cancelada en 1936 por motivos económicos y entre 1940 y 1948 a causa de la Segunda Guerra Mundial.
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La competencia se realiza en un circuito de carreras semipermanente que, en su actual configuración, tiene una longitud de 13.626 metros. Utilizan en su mayoría secciones de carretera que permanecen abiertas al público el resto del año. A través de los años, se han ido construyendo varias secciones de propósitos específicos que han reemplazado secciones de carretera normal, destacando las curvas Porsche, que sustituye a la peligrosa sección Maison Blanche. El circuito permanente Bugatti provee las instalaciones de comienzo y final de carrera.
Normalmente, alrededor de 50 vehículos compiten simultáneamente en diferentes clases de sport prototipos y gran turismo. El vencedor es aquel vehículo que cubra la mayor distancia en 24 horas de carrera continua.
Esta regla, que parece obvia, hizo que en 1966 sucediera algo curioso. Al terminar la carrera, los dos Ford GT40 Mark II cruzaron la meta al mismo tiempo, pero el coche que había realizado peor tiempo durante los entrenamientos fue vencedor, ya que había comenzado en puestos más retrasados en la grilla de partida, habiendo así recorrido más metros.
Para poder clasificar al término de la prueba, hay que cruzar la línea de meta tras las 24 horas de carrera. Esto hace que, en ocasiones, vehículos dañados abandonen los boxes para dar una última vuelta al circuito, o incluso que se detengan cerca de la línea de meta y, una vez pasadas las 24 horas, vuelvan a ponerse en marcha para recorrer los pocos metros que falten (maniobra empleada en 2007 por el equipo Peugeot para lograr la llamada foto publicitaria cruzando la línea de meta a pocos metros del Audi, ganador de la carrera).
En los últimos años, cada coche lleva un equipo de tres pilotos. Antes de 1970 solo se permitían dos pilotos por vehículo e incluso al principio solo se permitía un único piloto. Hasta principios de los años 1980, la mayoría de equipos competían con dos pilotos. En 1950, Louis Rosier ganó la carrera junto a su hijo Jean-Louis Rosier, que condujo durante solo dos vueltas. En 1952, el francés Pierre Levegh (quien moriría posteriormente en el desastre de Le Mans en 1955) compitió solo y estuvo cerca de ser el vencedor, pero un error durante la última hora le otorgó la victoria a un Mercedes-Benz 300 SL.
En la década de 1990, debido a la velocidad de los coches y la tensión a la que están sometidos los participantes, se añadieron normas adicionales para mejorar la seguridad del conductor: Los pilotos no pueden conducir más de cuatro horas consecutivas y ningún piloto podrá conducir más de catorce horas en total; reduciendo la fatiga del conductor durante las carreras.