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El consuelo de Valentino
El final de temporada de MotoGP no fue el deseado para Valentino Rossi. Sin embargo, si le sirve en algo de consuelo, ayer se impuso por cuarta vez en el Monza Rally Show, al volante de un Ford Fiesta WRC. El múltiple campeón mundial pudo festejar ante miles de tifosi que se acercaron a alentarlo.
El principal rival de Rossi a priori era el piloto de Hyundai en el Mundial de Rally, Thierry Neuville. Pero el equipo del belga no le proporcionó los neumáticos más apropiados para la prueba, y se tuvo que conformar con la segunda posición, peleando de igual a igual frente al doble campeón del mundo de motocross Tony Cairoli, que competía con un Citroën DS3 WRC.
Neuville lideró la primera etapa del viernes, pero a partir del primer tramo del sábado Rossi tomó la punta, que ya no abandonó hasta el final de la prueba. El belga, además de sus problemas de neumáticos, tiró alguno de los conos del recorrido, lo que le valió correspondientes penalizaciones.
El Monza Rally Show se disputa en el mítico autódromo, tanto en la pista que en la actualidad alberga el Gran Premio de Fórmula 1 como en la histórica, con sus impresionantes peraltes.