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“No acepto las condiciones discriminatorias de la FIA”
Roman Rusinov, propietario de G-Drive Racing del WEC, mostró su disconformidad hacia las condiciones que les impuso la FIA a los equipos rusos y bielorrusos.
El dueño de G-Drive Racing del WEC, Roman Rusinov, se niega a aceptar las condiciones que impuso la FIA hacia los equipos rusos y bielorrusos. Cree que son discriminatorias y resalta que el objetivo de todos los pilotos e integrantes de cada escudería es escuchar su himno nacional en el podio.
La FIA anunció hace unos días que permitiría a los pilotos rusos y bielorrusos correr a nivel internacional, pero tanto los equipos como los símbolos estarían vetados. Por esta razón, G-Drive Racing no podrá estar presente ni en el Mundial de Resistencia ni en la European Le Mans Series y sus pilotos, entre ellos, Daniil Kvyat y Sophia Flörsch, tendrán que buscar otra alternativa para esta temporada.
Rusinov mostró su postura completamente en contra de las condiciones, según él, discriminatorias, que les impuso la entidad madre del mundo motor. El ruso asegura que todos los pilotos, mecánicos, directivos e ingenieros correr para escuchar el himno nacional en el escalón más alto del podio y al ver vetada su continuidad a nivel internacional, ya analiza otras alternativas.
"A día de hoy, me niego a aceptar las condiciones discriminatorias de la FIA. El objetivo de cada atleta es el de escuchar el himno nacional de su país en el podio. Durante más de diez años de experiencia internacional, nuestro equipo lo hizo más de una vez. Alzamos la bandera rusa y hemos escuchado y cantado nuestro himno", manifestó Rusinov en un comunicado oficial.
Y agregó: "Por el bien de mis aficionados, de mis compañeros de equipo y del honor deportivo, no voy a firmar el documento de la FIA. Es mejor no pilotar en absoluto. Ahora, estamos considerando varios proyectos para desarrollar el automovilismo en nuestro país".
Por otro lado, Rusinov resaltó que dentro de G-Drive nunca hubo discriminación hacia ningún país y el buen ambiente que hay actualmente dentro del equipo, se debe al respeto que hay entre ellos. El ruso confía en que el conflicto bélico entre su país y Ucrania termine lo antes posible, para así poder regresar al WEC y a las ELMS.
"G-Drive Racing siempre ha sido internacional. Tenemos a pilotos, mecánicos, ingenieros de muchos países diferentes. Si les hubiésemos pedido que renunciasen a su bandera, experiencia y nombre, este buen ambiente y las victorias nunca habrían existido. Es una lástima que ellos tampoco puedan competir. Sinceramente, espero que podamos volver pronto a la competición internacional", cerró.