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15 años sin “Pappo" Napolitano, un apasionado de los fierros
“No cambia nada estar un poco sucio", cantaba Norberto Aníbal Napolitano en "Sucio y desprolijo". Eso simplificaba la vida de Pappo. Creció entre caños de escape, bujías. Cuando ganó sus primeros pesos, se compró una Chevy. Esa fue su marca para su vida. De hecho, tenía un tatuaje con el "moño" en su brazo.
El Carpo fue un músico de la vida y un amante de los fierros. Incursionó en el automovilismo en la década del 80, cuando recién se forjaba Riff, una de las primeras bandas metaleras del rock argentino. Pasó por el TC Bonaerense, el Supercart, GTA, entre otras. Pero como él decía: “No corro para ganar, sino porque me gusta andar rápido”.
Pappo falleció el 25 de febrero de 2005 en la localidad bonaerense de Luján. Según fuentes policiales, el guitarrista, tras haber cenado en un restaurante, viajaba en su motocicleta Harley Davidson seguido por otra moto en la que viajaban su hijo Luciano y su nuera. Al llegar al paraje Estancia La Blanqueada, ambos vehículos se rozaron haciendo que Pappo perdiera el control, cayendo al pavimento y siendo arrollado por un Renault Clío que se dirigía en sentido contrario, provocándole la muerte.
Sus restos fueron despedidos al día siguiente en el panteón de músicos de SADAIC, en el cementerio de la Chacarita (Capital Federal, Argentina) por sus seres queridos y por una multitud de fanáticos que no cesó de corear sus canciones y su nombre.