84 horas de Nürburgring: Día 3, fanatismo por los Torino

El Torino N° 3 llevaba poco más de un día sin interrupciones en la punta de las “84 horas de Nürburgring” y la segunda jornada se cerraba con la preocupación por los apagones en las luces traseras del N° 2 que lo obligaba a detenerse en los boxes para la reparación. En las siguientes 24 horas de competencia todo cambiaría y se empezaría a sentir el rigor de una verdadera carrera de resistencia con el abandono de muchas máquinas.

Día 3, viernes 22 de agosto, 1:44hs. A las 48 horas y 44 minutos de carrera, Luis Di Palma se quedaba totalmente sin luces en el Torino N° 1 y, a ciegas por el zigzagueante Nordschleife, se iba de largo en una curva. El auto golpeaba contra una piedra que rompió el cárter. La pérdida de aceite no le permitiría conducir casi 20 kilómetros hasta los boxes. Allí lo esperaban los mecánicos argentinos para reparar el problema eléctrico, cuando de repente Di Palma se bajó de un Fiat que lo había rescatado desde la oscuridad del bosque alemán para acercarlo junto a los suyos. Un golpe duro para la Misión. Poco más de dos días, 193 vueltas y 5.375 kms duró la competencia para el Torino N° 1.

Día 3, viernes 22 de agosto, 5hs. En 52 horas de competencia, solo quedaba un Torino en pista: el puntero. A dos vueltas se ubicaba el Ford Capri. Atrás venían el Mazda N° 29, el Lancia N° 38, el Mazda N° 28, el Lancia N° 40, el BMW N° 26, el Triumph N° 4, el Porsche N° 15 y el BMW N° 16. Los dos punteros cambian de pilotos, aunque el Capri vuelve a detenerse para el cambio de pastillas de frenos y pierde 6m36s en la operación.

Leer 84 Horas de Nürburgring: Día 2, problemas para el Torino N° 1

Día 3, viernes 22 de agosto, 6hs. Comenzaban los problemas en el caño de escape del Torino N° 3 y, después de 30 horas al frente, perdía la punta. El Ford Capri volvía a liderar la competencia. Por reglamento, las sonido de las máquinas no podía superar los 83 decibeles. Durante el relevo, Oscar “Cacho” Franco –que reemplazaría a Eduardo Copello- advertía que debían cambiar el silenciador. El auto argentino perdía mucho tiempo.

Día 3, viernes 22 de agosto, 16hs. La tarde era muy fría y volvía a llover en el Infierno Verde. El clasificador con 63 horas de carrera: 1. Ford Capri, 252 vueltas; 2. Torino, 248; 3. Mazda N° 29, 4. Lancia N° 38 y 5. Mazda N° 28, los tres con 244 vueltas. El Lancia era el más rápido de la pista, con un tiempo de 13m54s. Giraba 18 segundos más rápido que los dos punteros que marchaban en el mismo ritmo.

Día 3, viernes 22 de agosto, 17hs. El Ford Capri sufría una fisura en el radiador y comenzaba a levantar temperatura. Necesitaba detener la marcha varias veces por vuelta, para no romper el motor. Aunque tenía un compromiso: no podía demorar más de 24 minutos para completar la vuelta, por reglamento. Al mismo tiempo, se esperaba cambiar el silenciador del Torino. Los dos punteros estaban heridos.

Momentos de mayor incertidumbre en la carrera. El Mazda N° 29, que estaba tercero, también se detiene en boxes para reparar el sistema de escape y es penalizado con 11 vueltas. Las posiciones: 1. Ford Capri N° 7, con 256 vueltas; 2. Lancia N° 38, con 250; 3. Torino N° 3, con 243; 4. Mazda N° 29, con 241; y 5. BMW N° 26, con 240. Ya no aparece en la disputa el Mazda N° 28.

Día 3, viernes 22 de agosto, 18.15hs. El Ford Capri se detenía humeante en boxes, con la junta de tapa de cilindros quemada. El líder estaba malherido, aunque se resistía al abandono. Dos mecánicos argentinos (Diez y Giacone) volvían a tirarse debajo del Torino para terminar de reparar el arreglo en el silenciador. También se cambiaban las pastillas de frenos. El último auto de la Misión recibía seis vueltas de penalización y caía al sexto puesto.

Día 3, viernes 22 de agosto, 19.20hs. Se funde el motor del Ford Capri. Abandona el puntero. El Lancia N° 38 son los nuevos líderes de la competencia con 255 vueltas y 7.440,270 kms recorridos. Atrás: 2. el BMW N° 26, con 250 giros; 3. Triumph N° 4, 250, 4. Mazda N° 29, 249; 5. Torino N° 3, 244, 6. Porsche N°15, 244. A esta altura habían abandonado 36 coches. Quedaban 28 autos en pista de los 64 que habían largado.

Día 3, viernes 22 de agosto, 21hs. Después de 68 horas de carrera y tantas contingencias, resultaba increíble lo que sucedía en pista. El BMW, el Triumph y el Mazda (2°, 3° y 4°) peleaban en la misma vuelta. Con giros menos, el Porsche y el Torino también se disputaban la quinta colocación en la misma ronda, y a 13 del líder, el Lancia, que acumulaba 260.

Día 3, viernes 22 de agosto, 22hs. Copello relevaba a “Larry”. No había dudas: los argentinos eran “la sensación” de la competencia. En los boxes, el público se sacaba fotos con cada integrante de la Misión y se vendían fotos de los Torino en el circuito.

Día 3, viernes 22 de agosto, 23hs. El Torino ya estaba delante del Porsche N° 15 y Copello volaba en el Nordschleife. Comenzaba el ataque al Mazda que estaba cuarto y le llevaba seis vueltas. En su giro 254, el auto argentino giraba 2m15s más rápido que el Mazda, el BMW y el Lancia que marchaban delante.

Día 3, viernes 22 de agosto, 24hs. En la medianoche, la presión de Copello le permitía descontarle una vuelta a los autos que le precedían. Los alemanes se iban a dormir con la tristeza de la última noticia: se habían agotado las postales de los “aparatos” americanos que se vendían en los quioscos.

Día 3, sábado 23 de agosto, 1hs. Se cerraba el tercer día de carrera en “La Maratón de la Ruta”. 72 horas de competencia y el Torino le descontaba otra vuelta al Mazda. Ahora se estaba a cuatro giros en pleno ataque. Quedaban 12 horas de carrera y el auto argentino estaba a 12 vueltas del puntero. Los cálculos eran claros. Debían descontar una vuelta por hora para soñar con el triunfo. Copello seguía siendo el más rápido en pista y el Lancia puntero perdía ritmo por un problema en el diferencial.

Se terminaba un día con muchas dificultades y arrancaba otro con ilusiones inmensas. Los Torino de la Misión Argentina estaban a 12 horas de la gloria.