Opinión
Agustín Canapino, un premio por sus años de Oro
El Olimpia de Oro para Agustín Canapino es la mejor noticia que el automovilismo puede tener en el final de un año particularmente difícil. Es el premio a una trayectoria impresionate de un piloto todavía muy joven aunque con un historial de tantos títulos como pocos. Es una de las figuras sobresalientes que ha dado el automovilismo nacinal en los últimos años, ahora intentando una proyección intenacional con la próxima experiencia de Daytona de enero que viene. Canapino ha recibido un premio sumamente relevante, más allá del lugar que hoy ocupan los "Olimpia" en la consideración del deporte, de los deportistas y de los periodistas.
Como se ha leído, desde la época de Juan Manuel Fangio que el automovilismo no tenía un Olimpia de Oro. Pasaron muchos pilotos ampliamente merecedores de ese premio y no los han recibido, por citar algunos como Juan María Traverso o "Pechito" López, tres veces campeón del mundo. Ahora lo recibió Canapino de manera merecida por acumulación de méritios y también por un gran año. Una década inolvidable de campeonatos en Súper TC2000, Top Race y TC, justifican este premio. El tema es que los premios no son por acumulación sino por cada año transcurrido y ahí podría discutirse si éste fue o no el mejor año de Canapino...
Para el automovilismo el premio es importante tratándose de un piloto estrella de la actividad de cada domingo. Y por sus amplios merecimientos. Pero dudo que un Olimpia de Oro lo sea para la actividad en general. Por lo que se ha visto últimamente, no va a cambiar mucho el automovilismo argentino por un Olimpia más o uno menos. Es utópico y exitista creer que los problemas de fondo y de una buena parte de su dirigencia se van a solucionar con un Olimpia para Canapino. Este premio sí, puede hacer pensar en lo importante que alguna vez puede ser el automovilismo frente el resto de las activuidades deportivas profesionales. El reconocimiento es válido al llegar a un piloto de semejante jerarquía. Aunque la actividad de este año no estuvo en la misma altura. Hay que ser realistas y no confundirse. Con suerte, este premio puede ser el inicio de una etapa mejor en algunas categorías y haga reflexionar a los dirigentes.
Respecto del premio en sí, no tengo dudas que es un espaldarazo a una trayectoria. Hubo muy buenos deportistas y con logros muy relevantes que compiteron con Agustín y no ganaron. Creo que Canapino ha tenido años incluso mejores que el 2018 para hacerse merecedor de este premio. Hasta octubre estaba listo para ganar los tres campeonatos que disputaba, pero primero se le escurrió el de Súper TC2000 tras la reacción de Facundo Ardusso sobre el final, luego se cortó la racha de campeonatos ganados en Top Race con el título logrado por Franco Girolami y para cerrar la temporada logró la hazaña de su tercer campeonato en el TC con Chevrolet y con el respaldo de un enorme equipo liderado por su padre Alberto y por Gulllermo Cruzzetti.
Viene bien este premio. No hay que perder de vista el duro año que tuvo el automovilismo, porque los que vienen no serán muy diferentes. Estará en las categorías, sus pilotos, sus ditrectivos poder capitaliar semejante logro para que sea de ayuda en las mejoras que se necesitan. Será una pensa si no, que este premio quede solamente en una fría estadística.
Canapino lo único que tiene que hacer es disfrutar de un premio discutido, soñado, codiciado. y merecido.
