Opinión
Albert Park, el increible parque en donde correrá la Fórmula 1
No tiene koalas, ni canguros. Hay algunos eucaliptus, el césped está siempre verde, prolijo y corto. Eso sí, está lleno de moscas que desde el mediodía se ponen insoportables. Se puede llegar en auto, caminando o en el histórico tranvía que es la opción más pintoresca. Durante una semana paraliza sus actividades y se arma en gran parte de su extensión el escenario de la Fórmula 1 para que espante a gran parte de las 100 especies de aves que habitan en sus árboles.
Albert Park tiene una extensión de 225 hectáreas de áreas arboladas, lagos y sectores verdes que permiten la actividad recreativa y deportiva.
Está ubicado en Port Phillip, aproximadamente a tres kilómetros del centro comercial y financiero de la ciudad de Melbourne y es el mayor y más reconocido espacio público del estado de Victoria, Australia. El parque es la meca de los deportes y la recreación, con actividades durante todo el año en golf, aerobic, ciclismo, atletismo, gimnasia, y deportes acuáticos. También posee sectores de picnic y comidas, parrillas, restaurantes y baños públicos.
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Albert Park además es zona protegida por el estado local, debido a la gran cantidad de vegetación y animales autóctonos.
En sus calles anchas y reasfaltadas se correrá este fin de semana el Gran Premio de Australia, tradicional fecha inicial de las últimas temporadas. Las tribunas tubulares que rodean los 5 kilómetros del trazado se desarmarán entre lunes y martes y en poco tiempo volverá la actividad normal del parque. En cada año ha recibido mejoras que no entorpecen en espíritu natural del parque y su uso durante el resto del año.
Además del Gran Premio de Fórmula 1 de Australia de este fin de semana en el parque se realizan eventos deportivos y recreativos como el RSPCA Million Paws Walk, Albert Park Masters Regatta, Ken Orchard Memorial Handicap, Relay for Life y Walk and Fun Run.
Tiene instalaciones para practicar bajo techo natación, basquetbol, netball, badminton, squash. tenis de mesa, cricket y gimnasia deportiva, y posee canchas de cricket, fútbol, beisbol, hockey, tenis y canotaje, complementado con el Melbourne Sports and Aquatic Centre como una de sus grandes atracciones.
Un sitio cargado de historia
Pero no sólo se trata de deportes y de vida natural, también tiene su perfil histórico, puesto que se han encontrado evidencias de antiguas poblaciones aborígenes que habitaron en esos lugares hace unos 40.000 años.
En 1864 el lugar fue proclamado parque público y su nombre Albert Park se impuso en honor Albert de Sajonia-Coburgo, esposo de la Reina Victoria, quienes se casaron en 1840 y tuvieron 9 hijos...
En la actualidad el Albert Park es visitado por cinco millones de personas por año que disfrutan de sus más de cien especies de aves, y numerosos animales pequeños y anfibios, como también las dos áreas de vegetación nativa preservada que hay en toda su extensión. Se han identificado 117 especies de vegetación en una mezcla de plantas nativas y exóticas.
El debut de dos argentinos
El 8 de marzo de 1998 con un Minardi debutó Esteban Tuero en ese circuito con una recta principal corta, pero también con sectores muy veloces y técnicos. La aparición del argentino fue sensación luego de la clasificación con un auto endeble que no lo ayudó nunca. Dos años más tarde debutó un 12 de marzo en ese mismo lugar Gastón Mazzacane con otro Minardi Fondmetal, clasificó último y debió abandonar en la segunda mitad de la carrera cuando iba 11º. Es el circuito de los debutantes, ya que entre tantos lo hicieron en Melborune Fernando Alonso, Kimi Raikkonen, Lewis Hamilton, y Juan Pablo Montoya por ejemplo.
Atmósfera única
Es un parque inolvidable. La población cosmopolita de la ciudad se encolumna de manera dócil y solidaria para un gran acontecimiento como la F1. Cada tarde, luego de la actividad en la pista, cuando el ruido desaparece, y todos se van del parque parece que nada ni nadie hubiera estado en ese sitio. Ni un papel, ni restos de comida, ni botellas, ni envases, ni bolsas. Nada que atente contra la armonía del verde y de la vida natural. En pocas horas la adrenalina de la carrera trastornará el paisaje y el jazz en vivo en el escenario de lo que siempre fue el Pete's Bar, que está en la entrada del paddock, anunciará que el ritual de la F1 está otra vez en marcha.
