Fórmula 1
Aparecen nuevos datos del accidente de Bianchi
Jules Bianchi sufrió un impacto final de 254G (medida de aceleración basada en el incremento de velocidad de objeto o persona a causa de la gravedad), que no fueron medidos al principio en toda su magnitud ya que se le pudo escurrir el sensor que todos los pilotos llevan introducidos en el auricular del oído. El dato absoluto no es oficial, como sí lo son el resto, pero así lo interpreta 'automotorunsport' del dato ofrecido por Andy Mellor, vicepresidente de la Comisión de Seguridad de la FIA: "Es como si se le cae el auto desde 48 metros hasta el suelo. Sin zona de deformación".
En principio se habló de 92G, cifras similiares a las del accidente de Robert Kubica en Canadá (75) o Ralf Schumacher en Indianápolis (72). Según estudios el ser humano puede soportar hasta un límite de 60G y en la cabeza, 80.
El impacto del monoplaza fue de 58,8G, pero al meterse justo por debajo de la grúa, ya que colisionó en un ángulo de 55 grados, sufrió una tremenda presión hacia abajo.
"El Marussia se metió debajo de la grúa, que funcionó como un freno, con una deceleración abrupta con contacto directo entre casco y la grúa. Nunca vimos una cosa así antes", señaló Mellor.
El Marussia se despistó a 213 km/h y golpeó la grúa a 126 km/h solo 2.61 segundos después. Hasta ahora, la cifra de impacto mayor que consta en la F1 la soportó David Purley con 179G en un accidente en Silverstone. A pocas horas del fallecimiento de Bianchi aparecen estos datos de su accidente y uno se pregunta si alguien asumirá la responsabilidad en algún momento. Esa grúa no debería haber estado ahí, pero por ahora parece que toda la culpa le cae al que manejaba el monoplaza.