Rally
Campeón a los 62 años
Michel Fabre se consagró en la divisional WRC3 tras 27 años de inactividad y con una estrategia llena de astucia.
Michel Fabre es un empresario con una gran pasión por los rally. Su debut mundialista fue hace 30 años, en aquel Rally de Tour de Corse de 1986 que marcaría el principio del fin de los Grupo B. En aquella ocasión salió con un Reanult 5 GT Turbo, con 32 años y la ilusión de hacer un gran papel. No pudo terminar aquel rally, pero tres años después se quitaba las ganas y en el mismo Tour de Corse, el rally de las 10.000 curvas, cuando conseguía ganar su categoría con un Peugeot 205 GTI.
Este año acompañado por su joven copiloto, Maxime Vilmot al volante de un Citroën DS3 R3T Max de Saintéloc tuvo una estrategia clara: desplazarse a las pruebas en las que menos inscritos haya. Ese ha sido el caso en Suecia, México y Argentina, así como en Australia – en el Cataluña fue cuarto mientras que en Gales fue quinto.
Después de arrancar el Mundial ante pilotos cuarenta años más jóvenes que él y con menor presupuesto, en Montecarlo logró terminar octavo. También fue astuto al no correr en las carreras en las que coincidía con el campeonato Júnior, sabedor de que podía perder valiosos puntos de cara al campeonato. Con su triunfo en Australia, el veterano piloto logró el objetivo.
El nuevo campeón de WRC3 después de disputar más de 60 pruebas hasta los años ochenta, decidió centrarse en su empresa y dejar de competir. Tras 27 años de inactividad cambió de opinión para volver a ponerse un casco y finalmente cumplió su sueño de joven, ser campeón mundial pero a sus 62 años.