Opinión
Canapino se benefició con el desplante del TC
Hay hechos que se toman con naturalidad, como si fuesen parte de lo cotidiano. Aunque por que sea común, no significa que esté en el camino correcto. Agustín Canapino es el legítimo campeón del Turismo Carretera. Al talento inobjetable del tricampeón del TC (sí, ya acumula tres coronas en la popular categoría), este campeonato se obtuvo gracias al minucioso trabajo de Alberto Canapino, padre del actual monarca y responsable máximo del equipo con factoría en Arrecifes, y de Guillermo Crucetti.
Los cronogramas se difunden para ser cumplidos. Basta con ver la Fórmula 1 que anuncia que el Gran Premio comienza a una hora determinada y el director de cámaras juega con el reloj, como diría el amigo Osvaldito Príncipi, y cuando el reloj clava en punto, el semáforo da la orden para que los autos se pongan en movimiento.
Pero acá nadie pide que se respeten los horarios. Y vaya si este detalle, lamentablemente tan criollo, fue fundamental en la definición del campeonato. El cronograma de la Asociación Corredores de Turismo Carretera (ACTC) indicaba que la final en San Nicolás debía comenzar a las 13.10. Estaba pactada a 24 vueltas o hasta 50 minutos, con finalización a las 14.
Pero no se cumplió. La final comenzó a las 13.29. ¿Qué pasó entre las 13.10 y las 13.28? Todo lo necesario como para que el resultado, no sólo de la carrera, sino del campeonato, se modificara. En un hipotético cuadro de situación correcto, ¿qué hubiese sucedido si se largaba en horario? ¿Alguno hubiese largado con neumáticos con dibujo? ¿El mismo Canapino se hubiera jugado con tanta anticipación a esa puesta a punto? A las 13.18 se entonaban las estrofas del Himno Nacional Argentino sin lluvia. Tres minutos después se largaba el torrencial aguacero.
¿Canapino hubiese tenido todo en su favor para estar adelante en el clasificador? No hay ánimo en detrimento del piloto de Arrecifes. Insisto, es el justo campeón por lo observado en San Nicolás, con una reacción notable para adecuarse a la cambiante situación. Tampoco es culpa de él o de su equipo el incumplimiento del horario.
La ACTC no plasmó lo que estaba escrito en el cronograma. Como es moneda corriente, ya no llama la atención la falta de cumplimiento de horarios en todos los órdenes. En este caso, seguramente, hubiese cambiado el destino de muchos. De ganadores y de perdedores. Un detalle casi inadvertido que hubiese modificado la historia del campeón 2018 del Turismo Carretera.
