Opinión
Catalán Magni: presente y mucho futuro
Seriedad para tomar el compromiso de los 1000 kilómetros como piloto invitado. Responsabilidad a la hora de subirse al auto y llevar a cabo la estrategia. Centrado y muy preparado para hablar con los medios. Y con un gran talento para este deporte. Todo esto mostró Juan Tomás Catalán Magni en la victoria que consiguió junto a Juan Manuel Silva en la fiesta de los 80 años del Turismo Carretera.
El joven piloto de arrecifes viene en pleno ascenso dentro de la ACTC. En 13 meses ganó en el TC Mouras, fue el campeón de la categoría, consiguió la victoria en el TC Pista, está peleando el campeonato y con lo logrado el último fin de semana en el Gálvez se convirtió en el piloto más joven en la historia del TC en conseguir una victoria. Sin dudas que Catalán Magni es un pibe para tener muy en cuenta en un futuro. Para anotarlo porque “es bueno de verdad” como dijo un piloto top de la categoría.
Me sorprendió el día que fui a la prueba previa a los 1000 kilómetros que hizo el equipo en Olavarría. El experimentado Silva se bajó del auto después de varios giros y dio sus sensaciones del auto. Las tendencias que tenía el Ford para ayudar a Guillermo Cruzzetti, el ingeniero del equipo, a llegar al mejor balance. Me tomé el atrevimiento de escuchar lo que le decía. Al rato fue el turno de subirse para Catalán Magni, dio varias vueltas, se bajó del auto y fue tan específico con el comportamiento del Falcon como el chaqueño. No es fácil leer las tendencias de un auto y menos comunicarlas de manera tan clara.
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Este fin de semana esa misma sensación que me llevé de los “Hermanos Emiliozzi” se acrecentó en los 1000 kilómetros. Catán Magni estuvo muy compenetrado todo el fin de semana con la carrera. Ya el jueves, dentro del box y con un mecánico haciendo de Silva, Juan Tomás practicó el cambio de piloto varias veces. El viernes y el sábado estuvo muy atento a las órdenes de lo que dijera el Pato y el equipo. En la grilla se lo vio muy tranquilo, casi como un piloto experimentado. Cuando le tocó salir a pista, hizo al pie de la letra la estrategia que le pidió el chaqueño luego del toque Gastón Mazzacane. Había que cuidar el neumático y el combustible. Lo hizo.
Le entregó al Pato el auto en excelentes condiciones. Se mantuvo muy entero a la hora de seguir la carrera y terminó rompiendo en llanto al final de la competencia. Sabía que había hecho historia, que había logrado “un sueño” como el bien lo dijo en el programa de Caburando del lunes, que había logrado en una carrera lo que no pudo su papá en más de 200 carreras. Pero también sabe que esto es recién el comienzo de su trayectoria. Su entorno lo ayuda a tener los pies sobre la tierra. Hay que pensar en lo viene y seguir progresando. Tiene futuro y lo demuestran sus resultados. En mi lista de los pilotos referentes de la categoría dentro de algunos años, lo anoto. Es cosa seria.