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Cinco relojes vinculados al automovilismo
En la siguiente nota, te mostramos cinco relojes que fueron diseñados especialmente para los amantes del automovilismo. ¿Cuál es tu favorito?
El mundo motor y los relojes automáticos llevan una relación que perdura en el tiempo. El vínculo comenzó cuando los cronómetros manuales se encargaban de tomar los tiempos de vuelta en cada circuito del mundo. A pesar de que hace muchísimos años que la digitalización llegó al mundo del cronometraje, el reloj de muñeca jamás pasó de moda y de ser protagonista en competiciones como la Fórmula 1, MotoGP o el Rally Mundial.
TAG HEUER CARRERA
Jack Heuer presentó el reloj Carrera en 1963 en modo de homenaje a la famosa Carrera Panamericana, considerada por muchos la carrera con mayor riesgo en el mundo. Este reloj, fue el primer cronógrafo especialmente diseñado para los pilotos profesionales.
ROLEX DAYTONA
Rolex se transformó en socio del circuito americano Daytona International Speedway a finales de la década del 50, circuito que en 1965 le dio el nombre al reloj creado el 1963, el Rolex Daytona Cosmograph. El origen del nombre es debido a su elección como cronómetro oficial del circuito.
ORIS AUDI SPORT
La marca de origen suizo, con menos renombre que las tradicionales pero con una calidad que nada tiene para envidiarle a las marcas de relojes de gama alta, también posee su espacio para el automovilismo. Este reloj fue una edición limitada (en 3 versiones, todas con caja de 44 milímetros realizada en titanio) que creó junto a Audi Sport, aunque también hicieron trabajos para el WRC o el equipo Williams F1.
BRM R50 Gulf
Este fabricante se aleja de las proporciones clásicas de los relojes con una enorme caja de 50 milímetros. Cuenta con detalles únicos como los elementos mecánicos que simulan un cilindro o la mítica decoración con los colores de Gulf.
HEUER AUTAVIA 2017
Heuer sacó a la venta el cronógrafo Autavia en 1962, el primer reloj con nombre propio (“Autavia”, una combinación de “automóvil” y “aviación”). Ahora Tag Heuer recuperó la estética del original para lanzar una reedición, que es una verdadera obra de arte.
