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Cockpit Simuladores, ahora en escala real
La marca líder en fabricación de simuladores presentó una herramienta única en Sudamérica para el entrenamiento de pilotos aficionados y profesionales.
Hecho en Argentina. Y único en la región. Cockpit Simuladores presentó su última creación, un simulador en escala real orientado a aficionados que pretenden vivir una experiencia similar a la de manejar un auto de competición o bien para aquellos pilotos profesionales que pretenden entrenar sin ir a la pista y con una herramienta que replica con un alto grado de realismo el comportamiento de un auto de carreras.
Se trata de una sala equipada con una estructura de un auto de competición, con carrocería, jaula, parabrisas, butaca, pedalera, volante, palanca de cambios y todos los elementos profesionales de un auto de carrera, desarrollados por Cockpit Simuladores. La visualización es a través de una pantalla de 180 grados y 7 metros de diámetro, y la imagen se refleja por medio de tres proyectores mapeados.
El programa de entrenamiento abarca a todas las categorías y circuitos argentinos, además de trazados de Uruguay, Brasil y Chile. “Los pilotos van a poder entrenar con autos de categorías zonales, como un TC Regional, un Fiat 600 o un auto de ALMA, hasta los más tecnológicos del país como el Súper TC2000”, cuenta el director de Cockpit Simuladores, Juan Pablo Bonomo.
“Tenemos la capacidad de ingeniería para desarrollar cualquier tipo de autos que requiera el cliente”, agrega Ignacio Bellati, quien se dedicó en los últimos años al desarrollo de las físicas de los distintos vehículos y en el minucioso relevamiento de todos los circuitos del país para lograr replicar la mayor cantidad de detalles posibles.
El espacio cuenta con un puesto de ingeniería, desde donde Bellati asiste al piloto en tiempo real, con la información que le ofrece la telemetría. “Esto permite poder detectar los errores en el momento y que el ingeniero se lo marque al piloto al instante”, explica Bonomo.
El piloto del Toyota Gazoo Racing, Julián Santero, dio sus impresiones: “Es muy parecido a lo real. Está muy bien hecho. Las sensaciones que te transmite al manejar son muy similares a las que sentís en un auto de carreras. El habitáculo está muy prolijo y los elementos, el volante, la pedalera y la palanca de cambios, te dan la sensación de estar manejando en la realidad”.
Cada módulo de entrenamiento será de dos horas de duración. En ese tiempo, los pilotos podrán preparar una carrera, entrenar en un circuito determinado o familiarizarse con las características de un auto de una categoría. También en ese período, un aficionado que no tiene la posibilidad de subirse a un auto de carreras, puede vivir una experiencia que lo acerque a las sensaciones del manejo extremo.