“Son fierros y se rompen”, es la frase más utilizada en el automovilismo cuando por problemas mecánicos un piloto se queda sin una carrera. Ya van dos fines de semana consecutivos que se tiene que utilizar esas palabras y las dos de dos bocas que supieron estar en el máximo nivel mundial, la Fórmula 1.
Primero fue Gastón Mazzacane en Turismo Carretera. El último argentino en estar en la máxima categoría mundial, se encaminaba a su primer triunfo dentro del TC y su motor explotó faltando medio circuito. El “Rayo” había hecho todo bien en Posadas, luego de su mejor clasificación (3º), ganó su serie y se perfilaba como el ganador de la final, parecía que nadie podía robarle su tan esperada victoria. Pero son fierros y se rompen: