Motos
Cruz y un año de crecimiento
El piloto de Salta cierra una temporada de aprendizaje en Stock Open y planifica el 2022 arriba de una nueva moto que le permita seguir evolucionando.
Juan Pablo Cruz encara el Gran Premio Coronación del Superbike Argentino, a disputarse el próximo 11 de diciembre en Buenos Aires, con la premisa de terminar de redondear una temporada de puro aprendizaje. El piloto del René Zanatta Sport buscará consolidar su crecimiento en el cierre del año y ya piensa en el 2022, el cual lo afrontaría con un cambio de moto.
“El balance del año es muy bueno por muchos factores. Encaré dos campeonatos como lo son el Superbike Argentino y el Sanjuanino, si todo sale bien en el certamen nacional voy a quedar ubicado quinto o sexto y en el regional, terminó quinto. Surgieron distintas situaciones en esta etapa de pandemia, que hizo que nos tengamos que adaptar y por eso junto a René Zanatta y todo mi equipo hacemos hincapié en este concepto. Más allá del aspecto deportivo, también hemos consolidado las relaciones dentro de nuestra estructura e incorporamos piezas que se transformaron en pilares de este proyecto”, manifestó Cruz en charla con Carburando.
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Al momento de referirse a su progreso arriba de la moto, el salteño expresó lo siguiente: “Esta temporada incorporé muchos elementos que me hicieron crecer como piloto. A mi entrenamiento físico, sumamos dos preparadores distintos como Pablo Sarmiento y Guido Bordese, que tienen criterios y dinámicas de trabajo distintas. Igualmente, todo está supervisado por la cabeza de todo esto que es Zanatta, ya que él sugiere las soluciones y yo las aplicó con las mejores herramientas posibles. Con Bordese me preparó desde el ámbito del ciclismo y el atletismo, mientras que con Sarmiento me centro en la calistenia. Ambos me convirtieron en un atleta y me ayudaron a poder manejar la Ducati, la cual se transformó en una moto muy complicada y que costó desarrollarla. Este último fue un punto en el cual hemos progresado y nos acostumbramos a trabajar en una unidad que tiene el mínimo de tecnología”.
Y agregó: “Además, comenzamos a consultar dos psicólogos deportivos como Marcelo Galiano y Edmundo Di Lella. Ellos me ayudaron a incorporar la mentalidad que requieren diferentes deportes. Mi evolución fue más como atleta que como piloto o motociclista y junto a estos profesionales diseñamos una regla mnemotécnica que se llama C.O.M.A (Confianza, Objetivo, Autoestima y Motivación). Cada vez que se compite o se entrena, evaluamos esos cuatro conceptos y le ponemos una calificación. También utilizamos técnicas de preparación mental en la previa y en el post de cada fecha. El resultado de este crecimiento se cimienta en la forma en que realizamos el entrenamiento y en todo lo que hacemos para prepararnos”.
Con vistas a la cita en el “Coliseo Porteño”, el arquitecto de 43 años apunta a completar un campeonato donde la premisa estuvo puesta en la evolución constante. “Es la tercera vez que vamos a Buenos Aires y es un circuito que siempre nos ha resultado complicado. Nuestras expectativas están puestas en el crecimiento, el desarrollo y en seguir construyendo confianza. La intención es progresar en nuestras fortalezas porque evolucionamos cuando mejoramos los puntos fuertes que cuando nos abocamos a las debilidades que tenemos. Además, queremos seguir aprendiendo de nuestros rivales, ya que ellos tienen el circuito muy bien conocido. Los contrincantes son aliados para nosotros porque somos conscientes que competimos contra los mejores y nos nutrimos de todo lo que nos enseñan en pista”, señaló.
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Por último, Cruz detalló cómo piensa darle forma a la temporada que viene, la cual traería consigo una nueva moto. “El plan para el año que viene es volver a competir en Stock Open y seguir creciendo en la categoría, aunque lo haremos con una herramienta de trabajo diferente, ya que estamos evaluando la posibilidad de subirnos a una Kawasaki ZX10 modelo 2013. La moto tendría desarrollos en la electrónica y el resto sería estándar, aunque también analizamos otra alternativa de una marca diferente. Mi corazón está en la Ducati, pero la tenemos que dejar de lado porque es difícil mejorarla no solo desde lo técnico, sino también por la coyuntura económica de nuestro país. En la última fecha de Buenos Aires vamos a definir bien la moto, pero seguramente sea de fábrica japonesa”, comentó.
“El cambio nos va a llevar un período de adaptación, pero nos encanta este tipo de desafíos. Todo el trabajo de acostumbrarnos a la nueva máquina, lo haremos durante la pretemporada. Paulatinamente, también vamos a incorporar tecnología, ya que si nos decidimos por Kawasaki hemos hablado con Diego Naccarato para que nos brinde asistencia. Él nos ayudaría en la puesta a punto de la moto, lo cual nos permitiría acortar caminos por la información que nos podría aportar, cosa que con la Ducati teníamos que ir descubriéndolos y que nos hacían perder tiempo. La estructura en su conjunto va a seguir igual que este año, solo que sumaremos el apoyo técnico y de elementos según nos demande la nueva moto”, se explayó para cerrar.