Básicamente el Dakar es una búsqueda del tesoro permanente, con parámetros satelitales, que cada tripulación debe descubrir a través de los way points. Para ello, la organización entre e “roadbook” u hoja de ruta y en esa libreta con una simbología específica, se desarrolla el recorrido de cada etapa. Cuando el vehículo pasa cerca de una way point, está habilitado para buscar el siguiente, hasta finalizar la etapa.
Es clave realizar una buena navegación, además de acelerar, para conseguir buenos registros. Pero el navegante, o en el caso de la smotos y cuatriciclos el propio piloto, cuenta con una ayuda que, en este Dakar, está a miles de kilómetros: el “mapman”.