Turismo Carretera
Cuando el Turismo Carretera utilizaba el “organito”
El único integrante en representación de los acompañantes de la Comisión Directiva de la Asociación Corredores de Turismo Carretera (ACTC) fue Héctor Ríos. El “Laucha”, como se lo conoce en el ambiente del TC, fue tripulante durante 6 años de Carlos Pairetti, entre otros grandes del automovilismo nacional.
“Debuté en el Turismo Carretera en 1964, en la Semana de la Velocidad, entre Villa Carlos Paz y San Francisco, en Córdoba. Subíamos por el Pan de Azúcar. Recuerdo que Isidro González Longhi iba en el avión transmisor de Carburando y me hace señas, ya que detrás venía Rolo de Álzaga. Lo veía perfecto en el avión. Le avisé a Pairetti que venían atrás y fuimos a fondo por esos caminos. Increíble”, recordó Ríos.
¿Qué hacía el acompañante por aquellos años arriba de un auto de TC? “Cuando yo me inicié, el acompañante recibía el aro con la información de la carrera. Los bidones, por ejemplo, que tenían 17 litros y cargábamos arriba del auto. Y nosotros teníamos un dispositivo que lo llamábamos el ¿organito', que tenía una manivela y desde ahí enviaba aceite para mantener el nivel. Eso lo hacia yo, que era el acompañante. Subíamos al auto a las 7 de la mañana y nos bajábamos a la 1 de la tarde. Y para saber cómo íbamos en la carrera, nos pasaban todos los datos de la carrera y yo se lo pasaba a Pairetti”, explicó “Laucha”, que también fue copiloto de Cupeiro, Malnatti y Di Palma.
“Una vez en la Vuelta de Entre Ríos íbamos ganando con Carlos y detrás venían los Emiliozzi. Yo le agarré el aro al auxiliar de los Emiliozzi y de inmediato lo tiré para que lo recuperaran. Cosas que pasaban en esos tiempos”, insicó Ríos, que participó en más de 200 carreras junto con Pairetti.
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“La verdad, era peligroso, porque cargábamos combustible y aceite. Se derramaba adentro del auto. A veces el combustible quedaba dentro del habitáculo y se desplazaba por sobre el piso del auto. Y en esa época no se suspendía las carreras por lluvia. Carlitos tenía una memoria tremenda. Hacíamos la hoja de ruta y él ya lo tenía todo en la cabeza”, agregó Ríos, que más adelante fue piloto, tras debutar con un Chevrolet 400.
Tras cumplirse 13 años del adiós de los acompañantes del TC, Ríos destacó: “Yo estaba en la Comisión Directiva y entré como acompañante, cuando Maquirrain era el presidente de la ACTC. Y me dolió cuando se sacaron a los acompañantes, pero estaba bien. Era un riesgo injustificado llevar una persona más dentro de cada automóvil. Ya no había nada por hacer”.
