Fórmula 1
Cuando Ferrari se vistió de negro
En dos oportunidas las Ferrari de Fórmula 1 lucieron el color negro en su trompa.
Esto ocurrió en 2001 y en 2005, donde los morros de las máquinas de Maranello se pintaron de negro en señal de luto.
La carrera de Monza de 2001 se caracterizó por las muestras de dolor y respeto por las víctimas de los atentados terroristas en las Torres Gemelas, en Estados Unidos.
La competencia se realizó cinco días después del atentado que conmovió al mundo y Ferrari lució la trompa pintada de negro y sin distintivos comerciales, en los autos de Michael Schumacher y Rubens Barrichello.
Ese 16 de septiembre del 2001, se corrió el Gran Premio de Italia, y la carrera fue ganada por Juan Pablo Montoya, en lo que sería su primera victoria en la categoría, el colombiano lució un brazalete negro durante la celebración del podio como muestra de luto, en el que también estuvieron Rubens Barrichello y Ralf Schumacher.
La segunda oportunidad que sucedió algo similar fue el 3 de abril de 2005, donde el equipo Ferrari decidió renunciar parcialmente a su característico color rojo y tiñó de negro el morro de su Fórmula 1 en señal de luto por la muerte del Papa Juan Pablo II.
El pasado 2 de abril se cumplieron 15 años de la muerte del Papa polaco que lloró en el mundo entero.
Un día después de la desparición física de Karol Wojtyla se disputaba el Gran Premio de Bahrein, y en aquella carrera, que ganó el español Fernando Alonso, el equipo Ferrari decidió renunciar parcialmente a su característico color rojo, pintando de negro el morro de sus autos en señal de luto por la muerte del Pontífice.
El gesto vino precedido de unas palabras del entonces piloto de Ferrari, Michael Schumacher, pocos minutos antes de disputarse la carrera en Bahrein.
"La atmósfera ahora es muy extraña en todos nosotros. No se pueden explicar las emociones y las sensaciones que hay en todo el equipo", dijo el piloto alemán.
El luto del equipo italiano por Juan Pablo II se produjeron apenas dos meses después de que ambos se encontraran en una audiencia en el Vaticano en el mes de enero de 2005.
En el año 1988 Wojtyla visitó las instalaciones de la escudería italiana en Maranello y posteriormente celebró una Misa en el circuito de Fiorano. Al llegar a la pista, Juan Pablo II se dispuso a recorrer el trazado con el papamóvil para saludar a los fieles que allí se congregaron. Alguien sugirió entonces cambiar por un día el papamóvil por un Ferrari. De esta forma, el Papa se subió a un Ferrari Mondial 8.