Turismo Carretera
Dejaba el campo para ir a correr y ganó una final de TC
Hugo Redolfi, más conocido como “el Chaira”, fue uno de los pilotos que pudo ganar una carrera dentro del Turismo Carretera. El ex piloto de la ciudad de San Jorge, provincia de Santa Fe, debutó en la categoría con un Chevrolet y luego se pasó a Ford. Más tarde decidió pasarse a Dodge donde con esa marca ganó su única competencia. Acá parte de su historia.
Debut en el TC
“Antes de llegar al TC yo corría en los zonales donde gané un par de campeonatos. Luego pasé a competir en los Datsun hasta que debí parar por cuestiones presupuestarios. Después fui al 4000 Santafesino y ahí salió la oportunidad, a través del Club San Jorge, de empezar a correr en el TC. Gracias a ellos empecé en 1996 con un Chevrolet en el circuito de Balcarce. Arrancamos a mitad de año con un auto que era de Tito Delconte. Después, como la parte económica se fue complicando, con el Negro Giambrone conseguimos un Ford. Una parte del presupuesto la ponía el Club y otra las juntábamos nosotros. Duramos dos años y otra vez paramos por falta de plata”.
El TC y la Ruta
“Tuve la oportunidad de correr en la época del TC en ruta pero en ese momento no me convencía tanto. Después con el paso del tiempo me arrepentí. Me hubiese gustado y hubiese empezado mucho antes. Me equivoqué en la decisión”.
El turno de la Dodge
“Había un grupo de gente en San Martín de las Escobas que siempre me ayudó y se contactaron con Raúl Echarri por la Dodge que tenía. Llegamos a un acuerdo y encaramos el desafío con la marca. Con ese auto nos fue muy bien, ganamos un par de series y la única final en el autódromo de Trelew”.
Ganar en el TC
“Si bien gané una sola final tuve la oportunidad de haber ganado un par de competencias más. Inclusive con el Ford estuve cerca e hicimos podio. En la carrera que gané el auto funcionaba muy bien. Ya venía de ganar tres series seguidas y habíamos tenido posibilidad de ganar en La Plata pero le erramos con la elección de las gomas y el auto fue muy inestable. Volviendo a lo de Trelew fue muy bueno porque anotamos el nombre en la lista de ganadores”.
Cena para recaudar fondos
“Los tres autos del TC que utilicé los presenté en el Club San Jorge. Se hacían cenas donde se juntaban 1000 personas. La gente siempre colaboró y se portó muy bien conmigo. El dinero recaudado lo utilizábamos para cubrir gastos en las carreras. No era mucho pero servía”.
La bronca
“Sin dudas fue la que me agarré en la carrera de Punta Indio donde me llevé por delante a Henry Martín que estaba parado. Yo venía tercero y Henry se toca con Guillermo Ortelli y el Ford queda cruzado. Yo paso, agarro la punta, y doy toda la vuelta como líder. Cuando vuelvo al sector no veo bandera por ningún lado y llegó confiado. En ese sector estaba fea la pista y yo me equivoco en no abrirme, pero no quería que se me metieran los que venía atrás. Al momento de esquivar mi auto se corre de trompa y le pegué. Fue la gran amargura porque se escapó la posibilidad de ganar”.
El agravio de Traverso
“Ya sabemos cómo es Juan María. Quien no se llevó una puteada del Flaco. Soy muy pocos los que se salvaron. Fue un momento de calentura pero después se le pasó. Encima ese día yo no tenía la culpa. Recuerdo que el auto me quedó en punto muerto e hizo un trompo. Yo venía ganando la serie y Traverso estaba segundo. Por esquivarme lo pasaron y por eso se calentó”.
Su paso por el TC
“Haber pasado por el TC me permitió tener el reconocimiento de la gente. Con el paso del tiempo uno se da cuenta de lo que significa. En mi actividad laboral, tengo maquinas cosechadoras, cuando voy a trabajar a diferentes lugares la gente se acuerda de las carreras de uno. En ese sentido el TC da mucha popularidad”.
Del campo a los autódromos
“Yo siempre tuve máquinas cosechadoras, herramientas para el campo, y salía a trabajar. Cuando yo me tenía que ir a las carreras ponía un encargado para que se ponga al frente. En ese momento dejaba todo y me iba a correr. El trabajo en el campo me daba fuerza en los brazos para manejar ese tipo de autos. En ese sentido me ayudaba. Era muy distinto con aquel que estaba sentado en un escritorio”.
Los referentes
“Para mí los referentes fueron Juan María Traverso, Guillermo Ortelli y el Gurí Martínez entre otros. En la actualidad hay muchos jóvenes que andan muy bien y van rápidos pero no hay dudas que el que sorprende es Agustín Canapino. Es para admirarlo”.