Opinión
Di Palma tercera generación
El nuevo Campeón de la dinastía Di Palma es Josito aquel pibe que debutó en el automovilísmo a los 14 años
Josito Di Palma se consagró campeón de Top Race en Concepción del Uruguay.
El apellido Di Palma es sinonimo de automovilísmo con el cual se formó una dinastía que sigue sumando éxitos en el deporte motor,
Otro Campeón surgido precisamente de la "Cuna de Campeones", Arrecifes y tuvo que esperar 20 años para alzar su trofeo más importante.
Con su sonrisa y picardía habitual, sello de los Di Palma, el nieto del Gran Rubén Luis, se ganó el respeto y el corazón de muchos que lo vieron como la continuidad de quel magnifico legado que dejó su abuelo.
Josito es el primero de la tercera generación de los Di Palma en lograr el título, ese que se le escapó por poco en el TC, donde ganó 8 carreras, y también el año pasado en la categoría que hoy lo consagró.
Di Palma tercera generación había debutado en 2004, con tan solo 14 años, con un Ford de Nicolás Colloca en el Autódromo de Santa Rosa en La Pampa, en aquella categoría que se denominaba TC Pista división Top Race.
Recorrió con humildad varias temporadas y categorías, ganando en casi todas las que corrió, y poniendo mucho esfuerzo para conseguir subsistir en un deporte donde los costos son importantes.
Como él lo manifestó ayer, en cuanto microfono se le acercaba, dijo con sinceridad: "Soy el Campeón más seco".
Con este campeonato de "Josito" se da por primera vez que tres generaciones hayan salido campeones.
El "loco" Luis fue bicampeón en el TC 1970 y 1971, Mecánica Argentina Fórmula 1 en 1974 y 1978, Sport Prototipos años 1971 y 1972 y del Supercart en 1983.
Su padre José Luis, logró el título en la Fórmula 2 Nacional en el 86 y en Fórmula 2 Británica en 1994.
Sus tíos Marcos en el Supercart y Patricio en la Clase 3 del TN.
Josíto suma una perlita más a esta cadena de éxitos de los Di Palma, una familia que respira automovilísmo y que seguramente tendrá más gerenaciones de campeones, porque los de la cuarta generación ya se prueban el casco.
