Dakar
DÍA 13: SI EL DÍA ES TORTUOSO, LA NOCHE…
SAN JUAN.- El frío y las lluvias, ya a esta altura insoportables, quedaron atrás en las etapas de Bolivia. Otra vez el calor y la sensación térmica que cómodamente supera los 40 grados. Las montañas parecen refractar el calor del sol, al igual que las piedras. El marco para enfrentar todo tipo de complicaciones. Para los competidores, obviamente, los verdaderos protagonistas. Pero no por ello se suceden también en los bivouacs.
Todos los que trabajan en los campamentos sufren diversas contrariedades. Desde los traslados, hasta luego enfrentar los compromisos desde cada puesto de trabajo. Al margen de esas situaciones, la pregunta que siempre aparece: ¿cómo pasamos la noche?
Todos llevamos la carpa a cuestas. En algún momento hay que armarla, para dejar las pertenencias, pero, fundamentalmente, para descansar. Donde no hay árboles, el sol parece derretir nuestras viviendas. Es el caso del autódromo de San Juan, el mítico El Zonda. Aquí la temperatura pareciera multiplicarse.
Casi como un suplicio, se consulta por los ómnibus que trasladan al plantel. Si llegan temprano al campamento, siempre es la mejor opción para descansar. De lo contrario, bolsa de dormir y carpa. Siempre la carpa de prensa es a esa hora, sin colegas en pleno trabajo salvo algún japonés, es una buena opción. O en Salta, dentro del salón de prensa del Centro de Convenciones. La noche de anoche fue agitada, porque salimos a la 1 de Chilecito, llegamos a las 4 al aeropuerto de La Rioja y luego volamos a San Juan. Cada minuto es óptimo para cerrar los ojos.
Algo similar sucede con los pilotos, que en algún momento deben encontrar soluciones para el descanso. Fue el caso de Facundo Ardusso, que durante la etapa Maratón, en Uyuni, el camión con sus pertenencias no había llegado. No tenía en qué dormir, al igual que su navegante, Chiche Scicolone. Ya avanzaba la madrugada en el regimiento militar boliviano y un sargento por demás generoso entregó dos colchonetas para que ambos pudieran tirarse junto con un par de frazadas hasta la nueva salida a la ruta…
Ayer el español Nani Roma fue uno de los primeros en llegar al campamento de Chilecito. Sin asistencia, por aquel alud en Jujuy. Y tras realizar la nota para el live de Facebook de Carburando, se prestó para las fotos con lugareños. Uno de ellos vive a 500 metros del bivouac. Y le abrió sus puertas para que cenara y descansara allí. Gesto que Roma destacó a través de las redes sociales.
Los problemas en el Dakar no sólo suceden bajo el impiadoso sol. Todos, en algún momento, deben solucionar el descanso, parte fundamental para continuar con la aventura. Los que se quedan perdidos por allí con sus vehículos, pero también los que llegan a los campamentos no tienen asegurado su reparador alivio…