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El 6 de Junio de 1933 se inauguraba el primer Auto-cine
En 1921, una primera experiencia pública fue creada por Claude V. Caver en Comanche, Texas. Caver obtuvo un permiso para proyectar películas en el centro de la ciudad. Los espectadores estacionaron paragolpe con paragolpe para presenciar la proyección de películas mudas desde sus vehículos. En 1932 Richard M. Hollingshead, Jr, cuya familia poseía y operaba la planta química R.M. Hollingshead Corporation en Cadmen, Nueva Jersey, Estados Unidos, llevó a cabo pruebas de cine al aire libre. Después de clavar una pantalla en unos árboles en su patio trasero, colocó un proyector Kodak 1928 en el capó de su coche y puso una radio detrás de la pantalla, probando diferentes niveles de sonido con sus ventanas de coche hacia abajo y hacia arriba. Bloques debajo de los vehículos le permitieron determinar el tamaño y el espaciamiento de rampas para que desde todos los automóviles se pueda tener una visión clara de la pantalla.
El autocine fue patentado por Hollingshead el 6 de agosto de 1932, obteniendo la patente 1909537 el 16 de mayo de 1933. Concretamente, el 6 de junio de ese año se inauguraba en Camdem el primer autocine de la historia, con un cartel que en letras gigantes, que indicaba: “Toda la familia es bienvenida, sin importar lo ruidosos que sean sus niños”.
Se cuenta que la idea original de Hollingshead era la de promocionar los lubricantes que comercializaba la marca propiedad de su padre, bajo el eslogan publicitario “cada quien en su propio palco”. Con esta estrategia, Hollingshead intentaba atraer clientela, sin darse cuenta que estaba creando un nuevo negocio.
Al estreno acudieron alrededor de 600 espectadores a los que se le cobraba 25 centavos por persona y 25 centavos por vehículo. Si querías ver la película sin llevar coche, debías pagar 1 dólar. Fue una solución para muchas familias numerosas que no podían comprar las entradas para el cine, convirtiéndose además en un punto de atracción para las jóvenes parejas. En la 'Lover's Lane', la última fila, los enamorados se sumergían en sus pasiones, con la pantalla al fondo. Tenía una capacidad para 400 vehículos y una pantalla de 120 metros cuadrados. La primera película que se proyectó fue “Wives Beware” una comedia británica protagonizada por Adolphe Menjou y titulada “Two White Arms” en Gran Bretaña.
También se dice que el autocine fue una solución para muchas familias que veían una oportunidad de ocio asequible a sus bolsillos, siendo también un lugar donde las parejas encontraban intimidad. Es por ello que se decía -de forma cómica-, que 1 de cada 4 estadounidenses de la generación de los 50 fue concebido en un autocine.