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El Aurus Senat de Vladimir Putin denunciado por su denominación
Cuestión de nombres. Parece que la polémica ya se ha iniciado con el nombre del lujoso transporte de uno de los presidentes de mayor influencia en el mundo. Los fabricantes Toyota, Lamborghini y Michelin ya han presentado sus denuncias y alegatos ante la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO). Cuando todavía retumban los ecos de las novedades presentadas en el pasado salón de Ginebra, uno de los protagonistas vuelve a ser noticia.
Se trata del Aurus Senat auto oficial del presidente ruso, Vladimir Putin. El detalle que lo involucra en una nueva polémica es la denuncia interpuesta por fabricantes como Toyota, Lamborghini y Michelin, en la Oficina de Propiedad Intelectual de la Union Europea (EUIPO).
¿El motivo? Aurus se 'parece' demasiado a los términos Auris, Urus y Taurus, todos ellos registrados previamente. Al parecer, la empresa rusa Nami, fabricante del Aurus, ha iniciado las gestiones legales necesarias para poder comercializar sus modelos en Europa y Oriente Medio.
Según afirman sus responsables, ya ha sido registrada por los organismos de patentes oficiales del Benelux, Letonia y Lituania, tal y como recoge una información publicada por el diario El Mundo. Esta circunstancia permite que la marca rusa comercialice sus productos en los citados países.Sin embargo, si prospera la demanda interpuesta ante el organismo europeo, la prohibición afectaría a toda la Union Europea y a estos países, en cuyo caso, Nami tendría que cambiar el nombre a su modelo.
En el caso de Toyota, la marca japonesa afirma que Aurus se diferencia, en una letra, de su compacto Auris, recientemente sustituido por el término Corolla. Por su parte, Lamborghini argumenta el gran parecido que existe con el nombre de su todocamino Urus. Por último, Michelin, uno de los mayores fabricantes de neumáticos en todo el mundo, expuso la coincidencia con el nombre de Taurus, su marca asociada.
En cualquier caso, si el fallo de la EUIPO da la razón a las tres marcas denunciantes, la empresa rusa se vería obligada a cambiar el nombre de sus creaciones, para poder venderlos en Europa. Una decisión que ya hemos visto en otros casos.
Por ejemplo, el Grupo Renault comercializa en Europa el Sandero, como Dacia, mientras que en los mercados latinoamericanos como en Argentina, vende el Renault Sandero. Del mismo modo, Ford comercializa en Estados Unidos el todoterreno Escape, que en Europa se llama Kuga.