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EL DRAMA DEL ALCOHOL AL VOLANTE
Las noticias de las últimas horas se sacudieron con el caso del camión que atropelló un auto y mató a dos personas en Villa Real. El chofer del vehículo de gran porte, que marchaba en zigzag y cruzó un semáforo en rojo, tenía 0,64 gramos de alcohol por litro de sangre. Este caso (foto de la agencia Télam) volvió a instalar una problemática que persiste. En lo que va del año se libraron 1955 expedientes por esta causa, a razón de 11 por día en la Ciudad de Buenos Aires.
La cifra surge de la Fiscalía General de la Ciudad, que procesa las causas judiciales contra quienes violan el artículo N° 111 del Código de Contravenciones. Según un infoerme del diario Clarín, en los primeros seis meses atendieron 1.955 expedientes, contra 1.912 del primer semestre del año pasado. Es decir, 10,7 positivos diarios.
En la ciudad, el barrio donde se libran mayor cantidad de infracciones referidos al alcohol al volante es Palermo. Es allí donde hay una gran actividad nocturna y aún no está instalado, al parecer, la necesidad de contar con un conductor responsable. La normativa indica que un conductor profesional (camiones o transporte público) la tolerancia es cero, mientras que para los particulares el límite es 0,5 gramos por litro de sangre.
"La investigación mundial ha identificado como una medida indispensable para disuadir a los conductores a beber la realización sistemática de controles de alcoholemia y la sanción severa a los que superen los límites, para que en la mayoría de la población sea tan alta la percepción subjetiva de las posibilidades de que un conductor sea detenido y sancionado que la disuada de beber y conducir", aseguró a través de un comunicado la ONG Luchemos por la Vida.
En la actualidad se realizan unos 10.000 controles de alcoholemia por mes, según informó el Gobierno porteño, aunque hace tres años ese control ascendía a 30.000 mensuales. Las multas por esa infracción van desde los 200 hasta los 2000 pesos o arresto entre uno y diez días. En muchos casos los infractores optan por reconocer su error y hacer una probation, opción que no está disponible para los conductores profesionales o quienes protagonizaron accidentes.
