Opinión
EL ESCÁNDALO SÓLO INVOLUCRA AL GURÍ O TAMBIÉN PERJUDICA A LA ACTC?
Los plazos se cumplen y el affaire del caso Gurí Martínez avanza. Tras el escándalo vivido en Concordia al descubrirse la anomalía en el motor del piloto entrerriano, llegaron las sanciones. La Comisión Asesora y Fiscalizadora (CAF) del Deporte Motor aplicó 4 “competencias” de suspensión y una multa de 200.000 pesos. ¿Es justo o no ese castigo?
Sin entrar en ese debate, uno de los que tanto despierta este controvertido episodio, la discusión dentro del ambiente automovilístico se expande. Pilotos, equipos, periodistas y público en general se expresa en función de las consecuencias de este caso. Los fanáticos del campeón lo defienden, en algunos casos con anteojeras que no permiten ver lo evidente, y otros, con excesivo fanatismo por marcas rivales, lo condenan casi a la silla eléctrica. En el medio de ambos extremos, posiciones basadas sobre argumentos, algunos más sólidos que otros, muestran las más variadas posturas.
En definitiva, el Gurí está en el centro del debate. Se somete a la crítica y las redes sociales, por ejemplo, lo ubican en el ojo de la tormenta. Está claro: el infractor es el gran protagonista. Y al juzgamiento, institucional (con la sanción) y público (la gente dictamina su veredicto al margen del castigo oficial), deberá enfrentar a futuro.
Pero ¿es sólo exclusividad de Martínez la objeción pública? ¿Nadie más queda expuesto ante semejante escándalo? ¿Cómo queda la imagen de la categoría, o en este caso de la ACTC lo conocido en Concordia?
El prestigio se gana de a centavos y se pierde de a millones. En este sentido, el comunicado que emitió la Asociación Corredores de Turismo Carretera (ACTC) luego de conocerse la exclusión de Martínez de la fecha de Concordia, el 17 de abril, es llamativo. Pretende acentuar el viejo anhelo de ganar prestigio y confianza frente al público en general.
El 21 de abril la ACTC difundió: “Con motivo de decisiones técnico deportivas adoptadas en la reciente competencia de Turismo Carretera, disputada en el Autódromo de la ciudad de Concordia, en la que estuvo involucrado el piloto Omar José Martínez, esta Autoridad Deportiva desea informar a la opinión pública y particularmente a la afición automovilística de nuestro país, que la revisión técnica exhaustiva de los automóviles clasificados en la referida carrera, tuvo lugar con motivo de una decisión adoptada por el Comité Ejecutivo de la Institución, integrado por los Sres. Hugo Mazzacane, Facundo Gil Bicella, Gastón Mazzacane y Rubén Gil Bicella, luego de la reunión mantenida con 18 pilotos de la categoría el día sábado previo a la disputa de la competencia, así como que esta medida se inscribe en el marco de la política de transparencia y objetividad que las nuevas autoridades de la ACTC, han impuesto desde la asunción de sus mandatos, y que es su firme decisión mantener en el tiempo”.
El caso Martínez se “destapó” por un pedido de los pilotos en esa famosa reunión del sábado, que el Comité Ejecutivo aceptó. Pero fueron los pilotos, los que son controlados en las revisiones técnicas, los que solicitaron mayor control. Un hecho por demás llamativo. Y es la misma ACTC que subraya “la política de transparencia y objetividad”, a sabiendas de cuáles son sus flaquezas puertas afuera.
El 26 de abril la misma ACTC informó que se “designó a Luís Alberto Miraldi, actual integrante de Comisión Directiva, como el Coordinador General del Departamento Técnico de esta entidad, quien oficiará de nexo con el Comité Ejecutivo, supervisando y coordinando las tareas de dicho departamento”. Por lo tanto, la entidad impone a un miembro de la CD en el área técnica, asumiendo que se produjeron errores que llevaron a esta situación. Tres horas después, se difundió la sanción a Martínez.
¿Habrá más sanciones además de las que recayeron sobre el piloto? Y en tal caso, ¿sólo con eso se limpia todo aquello que pueda resultar sospechado? Por lo pronto, el “soberano” es el que tiene mayor poder que ningún otro tribunal y es el que dictamina si el escándalo que originó el motor del Gurí sólo involucra al campeón o se extiende a la categoría. Si el prestigio cae simultáneamente o si alguien sale indemne. Sólo habrá que esperar cuáles son las consecuencias…
