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El Ford de "Thelma y Louise" símbolo de la liberación femenina
En 1991 el Ford Thunderbird 1966, fue el gran protaginista del film "Thelma & Louise", considerado hoy todo un clásico y que se convirtió en película de culto para diversos colectivos feministas y en un referente del cine de los 90.
Si bien es cierto que las verdaderas protagonistas de la película son dos mujeres, el descapotable tiene un papel protagónico indiscutible, que simboliza la huida, las ansias de libertad, la vida al límite y la muerte misma.
El Ford Thunderbird era un automóvil de lujo fabricado por la Ford Motor Company de Estados Unidos. Su nombre, thunderbird, significa pájaro del trueno y remite a la creencia mitológica de los indígenas norteamericanos de que un pájaro gobernaba en el cielo y era el encargado de provocar las tormentas del desierto de la zona de Arizona y Nuevo México, los vientos y los truenos, batiendo su enormes e invisibles alas.
Concretamente el auto de la película pertenece a la cuarta generación de este modelo, los conocidos como “flair birds” y que rompían el diseño bullet a la par que adquirían un aspecto más formal e incorporaban uno de los mejores interiores de esa gama en la época.
Se había rediseñado para lucir un frente más estilizado y en la parte posterior lucía dos grandes protecciones rectangulares que sostenían los faros.
El motor tenía una potencia de 345 CV lo que permitía al vehículo pasar de cero a cien en nueve segundos y alcanzar una velocidad máxima de 217 kilómetros por hora.
El film, dirigido por Ridley Scott y protagonizado por Susan Sarandon y Geena Davis, narra la historia de dos mujeres atrapadas en su vida que deciden emprender un viaje en auto para huir de su asfixiante rutina, pero un encuentro inesperado convertirá un fin de semana de relax en una huida que cambiará sus vidas para siempre.
"Thelma & Louise" ha sido definida en diversas ocasiones como película feminista, pues significó una catarsis para muchas mujeres que veían cómo era posible una reacción femenina que hiciera frente a situaciones machistas y fueron muchas las mujeres que a partir de esta película encontraban su emancipación a través de escapadas. Tanto es así que incluso un capítulo de Los Simpsons recrea esta idea de liberación que caló en muchas mujeres después de ver la película.
En el año 2001 fueron muchas mujeres las que acudieron al Gran Cañón para conmemorar el décimo aniversario de la clásica película.
Su color azul turquesa y sus asientos tapizados en blanco contrastan en los espectaculares planos de persecución con las tonalidades cobrizas del entorno rocoso bordeado por cañones.
El original que conducía Susan Sarandon se vendió en 2008 en una subasta en Arizona por 58.100 €. Para incrementar su valor entre los coleccionistas, el apoyabrazos estaba firmado por Brad Pitt y el espejo retrovisor por Geena Davis.
Un auto de leyenda, en el que todavía resuena aquel diálogo entre "Thelma y Louise", y a la vez liberador, que esta semana, coincidiendo con el pasado Día de la Mujer y con las movilizaciones feministas en todo el mundo, tiene más significado que nunca:
"No nos dejemos agarrar", decían.