TC2000
Opinión
El pacto de caballeros entre Rossi y Canapino
Fue un rico diálogo el que protagonizaron al aire Matías Rossi y Agustín Canapino en la previa del Súper TC2000 en Carburando, por El Trece. Ellos transformaron la fría mañana de Potrero de los Funes en una cálida jornada en medio de un paisaje único como el que ofrece el valle y las sierras junto al lago. El que se vio al aire. Pero más aún el que mantuvieron ellos, con los micrófonos apagados, mientras se esperaba que se enciendan las cámaras para salir al aire.
Frente al público de todo el país no hicieron más que blanquear una relación particular que mantienen desde hace tiempo. Rossi y Canapino marcan una rivalidad dentro del automovilismo argentino. De esas que estipulan eras y épocas. Fue muy jugosa la interacción entre los representantes de Toyota y de Chevrolet, ambos ex campeones de la categoría. “Nos gusta cruzarnos en pista. Siempre que nos encontramos, en especial peleando por la punta, queremos ganar como cualquiera. Pero es innegable que cuando estamos juntos agrega un plus de atención por la jerarquía que tiene”, afirmó Canapino.
Rossi fue más allá, al sentenciar: “No tenemos una buena relación con Agustín No tenemos una relación de amistad pero nos llevamos bien. Esa relación no creo que existirá nunca por la rivalidad que tenemos. Somos respetuosos entre nosotros. Salimos a correr y nos queremos ganar y es difícil que un roce no se malinterprete. Cuando luchas tanto y sabemos que no es lo mismo. Claro que eleva el nivel cruzarse con un piloto que anda muy bien en todas las categorías. Pasaba lo mismo con Pechito (López). Ardusso también está en un nivel excelente. Hay pilotos que marcan una referencia. Pero sin dudas que con Agustín tengo una rivalidad especial”.
Tras el corte, mientras las cámaras se pagaron, los micrófonos se apoyaron en las banquetas y los asistentes comenzaron a correr para realizar los ajustes habituales cuando la transmisión toma otro rumbo dentro del circuito, Rossi y Canapino hablaron cara a cara.
Con el mismo respeto que mantuvieron al aire, intensificaron sus posturas. Si bien la proximidad permitía escuchar todo el diálogo, también hay que mantener el respeto hacia ellos con los detalles. Ambos fueron frontales y directos. Sin chicanas. Tampoco sin rencores. Creanmé que allí, en el balcón de la sala de prensa donde se instaló el set de carburando, sentados a espalda de la recta principal de Potrero de los Funes, con el tibio sol que elevaba la temperatura en San Luis y con el público mirándolos desde abajo, firmaron un pacto.
Un pacto de caballeros. Asumiendo ambos el lugar protagónico que ocupan en el automovilismo argentino actual. Siendo referentes no sólo de la actividad, sino también de las empresas que representan. Pusieron como ejemplo las maniobras que protagonizaron una semana antes en san Juan, donde en los lugares de extremo peligro fueron respetuosos y sabiendo dónde pueden aportar al espectáculo con la cuota de agresividad necesaria.
Fue un honor presenciar el diálogo entre dos grandes campeones. Pero más aún al advertir que dialogaban dos personas maduras, que entendían todo lo que tiene que entender. Pese a expresar sus diferencias, mantuvieron el respeto. Podrán venir maniobras polémicas, roces en pista, pero el domingo en ese balcón de Potrero se firmó, pese a que no había escribanos ni documentos para firmar, un verdadero pacto de caballeros.
