Opinión
En Concepción del Uruguay Jonatan Castellano no se durmió
Pero más allá de las polémicas y las discusiones reglamentarias que dejaron en evidencia el avance los Ford (aunque no hayan ganado) no hay que dejar de mirar el trabajo de un equipo ganador, que ya se sentía con intenciones de protagonismo en el verano, momento en el que se empiezan a ganar las carreras y los campeonatos.
Castellano construyó en base a su experiencia y al aporte invalorable de su padre Oscar, una estructura acorde a los tiempos modernos en el TC. Desde Lobería, trabajó con disponibilidad de motores que responden y autos que también responden. Armó un grupo de apoyo que es primordial en el momento de planificar carreras y plantearlas con el objetivo cerca del rendimiento del auto en cada circuito y si se puede, ganar primero, y luego pensar en la pelea grande como consecuencia.
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Con la llegada de Sebastián Prósperi en la exclusividad de los trabajos en el chasis del Dodge, el equipo tuvo un empuje decisivo para acompañar las mejoras reglamentarias y adaptarlas rápido y con eficiencia en el Dodge naranja. Con poco ensayo previo, en comparación con otros equipos, el auto se acomodó a la perfección desde la primera fecha y de hecho es el que ya ganó dos Finales en cuatro realizadas.
Otro aporte silencioso pero que es fundamental, ha sido la llega de Gabriel Satorra como director de pista. Esta función habitualmente estaba en manos de Oscar, pero el 'Pincho' no estuvo viajando a todas las carreras en los últimos tiempos, por lo que se hizo necesario encontrar una cabeza de equipo que comande las acciones en pista y dibuje las estrategias de carrera junto al piloto.
"Este es el año que mejor nos preparamos como equipo" fue lo primero que definió Castellano en vísperas del arranque de la temporada.
"Si aprovechamos los beneficios que tendrá la marca, creo que podremos estar a la altura de los protagonistas" fue otra de sus frases.
En ambas tiene razón. El equipo se armó como nunca antes y el auto anda de maravillas, al menos en este tiempo del campeonato. En el TC nunca se sabe si a mitad de temporada seguirán cambiando cosas, pero por el momento Castellano se perfila como referente del año y de la marca.
Los tres pilares de los que tanto se habla en el automovilismo moderno están funcionando: equipo, piloto, auto/potencia. Ante la llegada de las buenas noticias reglamentarias para Dodge, Castellano supo armarse a tiempo, de manera profesional y lo esta demostrando en la posta y en los resultados finales. Quizá sea éste su año, uno no puede saberlo, pero sí está claro que la experiencia del equipo está marcado en el camino apoyado en buenas bases.
Castellano ganó con muchos aciertos y tenía auto de sobra en algunos pasajes de la carrera. Sacó al Dodge del castigo, y lo puso en lo más alto. Quizá este triunfo también haya sido un alivio para la dirigencia y que no haya ganado un Ford tras los cambios reglamentarios de entrefecha que los acercaron a la punta. Después de un sábado caliente, si hubieran ganado como amenazaban la escalada de polémicas y discusiones estaría en todos lados.
Habrá que ver cómo sigue la historia. Tratándose del TC, no valen los pronósticos. Todo es carrera a carrera.
