Opinión
¿Está bien que aparezcan nuevas categorías?
Desde hace más de 20 años, todos critican la aparición de nuevas categorías, pero no paran de agregarse. ¿Quién es el responsable?
Hace un cuarto de siglo que sostenidamente aparecen categorías nuevas que se agregan a la insólita cantidad de disciplinas que componen el alicaído automovilismo nacional. Parece que fuera una regla matemática: a mayor cantidad de categorías, menor trascendencia logra la actividad en su conjunto.
En las habituales recorridas por los boxes, diálogos con pilotos y dueños de equipos, el comentario es una constante: palabras más, palabras menos, se tilda de despropósito que se sumen disciplinas de manera sistemática y constante.
Con el objetivo de sumar nuevas audiencias y de recuperar parte del público que ya no es seguidor del automovilismo nacional, muchos sostienen que la cantidad no hace a la calidad, y que la sumatoria de disciplinas sólo “ensucia” al deporte motor nacional.
Leer además: Nace una nueva categoría
Esta postura tiene su argumento. Para quien no es ávido del automovilismo nacional, realmente se le hace muy complejo comprender el concierto automovilístico vernáculo. Decenas de disciplinas, cada uno con su reglamento, con particularidades diferentes, con metodologías deportivas, no hacen más que embrollar el entendimiento de cada competencia.
En definitiva, cada categoría que parece compite con otra ya existente. Y si dentro del mismo ambiente automovilístico no se presenta, al menos, el tema frente a las autoridades competentes, ¿quién debería hacerlo?
Está claro que para pilotos y equipos que compiten en diversas categorías, la aparición de una nueva va en detrimento de sus propios intereses, ya que hay una nueva competencia, más allá de la pista, que afecta a su actividad.
En rigor de verdad, también hay que mencionar el otro lado de la moneda. Si aparece una nueva categoría, es porque hay un mercado que sostiene la idea de formalizarlo.
Pero que el árbol no tape al bosque. Más allá de un negocio para algún dirigente y un puñado de equipos o de pilotos, esta metodología, claro está, no contribuye al automovilismo en general.
En las últimas horas en Carburando se informó sobre la creación de la categoría TC Pick Up Pista, prevista su presentación a fines de temporada, una alternativa menor a la por ahora promocional categoría de camionetas, compuesta por pilotos en actividad, ex pilotos para categorías más populares, y nuevas promesas.
Ante cada situación compleja y controvertida dentro del automovilismo nacional, surge la inevitable pregunta: ¿cuál es el rol que ejerce el Automóvil Club Argentino (ACA) frente a este nuevo viejo panorama?
El interrogante nace, naturalmente, porque el ACA es la entidad madre de la actividad a nivel nacional. Como tal, posee toda responsabilidad frente a intenciones, más allá de las controversias, que aparecen en el deporte motor.
Teniendo en cuenta que hay muchísimas categorías a nivel nacional, ¿está bien que se sigan sumando otras nuevas? Podes votar lo que pensas y también dejarnos un comentario al respecto.
— Carburando (@CarburandoTV) June 17, 2022
Claramente la Asociación Corredores de Turismo Carretera (ACTC) va por su nuevo objetivo. Extender su actividad, seguramente provechosa por cierto, con una nueva disciplina. Es el ACA quien tiene la potestad de habilitar cada categoría, o subcategoría, que surja dentro del ámbito nacional.
¿Está obligado el ACA a dar el sí? ¿Puede interponerse si otros actores del automovilismo nacional así lo requieren? ¿Cuál es el vínculo que une al ACA con la ACTC? ¿Qué opinan hoy los dirigentes de las diversas categorías del automovilismo argentino?
El automovilismo argentino, como un reflejo del país. Pasan los años y las preguntas mantienen su vigencia. Las características se acentúan con una frecuencia prolijamente sostenida. Mientras tanto, nada nuevo aparece para atraer al público que está distanciado del automovilismo nacional. Quizá cada vez más desconcertado por el mismo ofrecimiento que desde su egocentrismo construye más de lo mismo.