Fórmula 1
F1: “Senna pondrá a Ratzenberger en las sombras, pero es genial que la gente quiera recordarlo”
A 30 años del fallecimiento de Roland Ratzenberger en el GP de Imola de F1, su compañero de equipo David Brabham lo rememoró.
El Gran Premio de Imola de Fórmula 1 en 1994 fue uno de los más fatídicos en la historia del automovilismo mundial. En aquella fecha, Rubens Barrichello se accidentó en la práctica, Roland Ratzenberger perdió la vida durante la clasificación y Ayrton Senna falleció en la carrera. A 30 años del trágico fin de semana, David Brabham, quien fue el único compañero de Ratzenberg en la “Máxima”, lo recordó.
“Como piloto, siempre quieres saber quién es tu compañero de equipo. Cada vez que alguien dice su nombre, instantáneamente tienes una idea en tu cabeza sobre esa persona. O estás emocionado o decepcionado, y cuando se mencionó el nombre de Roland, yo me emocioné”, relató sobre el inicio el australiano al sitio oficial de F1.
Ambos formaban parte de Simtek, equipo que no contaba con muchos recursos y que necesitaba de la unión y compromiso de todos los participantes. “Él tenía ideas, yo tenía ideas. La relación empezó muy bien; Sentimos que estábamos trabajando bien juntos y estábamos ansiosos por comenzar la temporada, aunque sabíamos que teníamos una tarea enorme por delante”, analizó.
Roland llegó a la Fórmula 1 con 33 años y después de mucho tiempo de esfuerzos: “Independientemente de si estaba al final de la parrilla, entrar en la F1 seguía siendo un sueño de la infancia, como lo era para todos nosotros”, contó su coequiper.
La escudería no contaba con el presupuesto para realizar ensayos, por lo tanto, los datos recogidos eran únicamente los obtenidos en los fines de semana de actividad. En aquel momento, llegaron con problemas de frenos: frente a la falta de experiencia del austríaco para transmitir la información, la escudería le pidió a Brabham que pruebe y confirme la falla.
El equipo trabajó en ello y el sábado volvieron a girar: “Estaba mucho más cerca de mí, estábamos codo con codo, y así debería haber sido. Luego pasamos a la clasificación. Estaba en la pista y vi algunas piezas en la carretera, algo de carrocería, y era del mismo color que mi coche. Entonces supe que era Roland”.
“Cuando doblé la esquina, lo vi y vi el auto... es un momento muy vívido en mi memoria, y uno que todavía puedo ver tan claro como el día. Para mí, estaba mirando a alguien que ya no estaba ahí”, recordó.
Una vez que la muerte fue confirmada, la decisión de continuar o no en la jornada fue únicamente de él. Propuso ir al warm-up y analizar cómo se sentía. “Voy a correr... correr para el equipo, y seguir con este espectáculo, conduciendo y corriendo como Roland quisiera que hiciéramos”, respondió posteriormente.
Más tarde, otro accidente fatal sacudió al mundo del automovilismo con el fallecimiento del astro brasileño: “Ayrton pondrá a Roland en las sombras (eran dos personas muy diferentes con carreras diferentes y diferentes impactos entre los fanáticos globales), pero es genial que la gente todavía quiera recordarlo, porque él también era parte de la estructura de la F1 en ese momento. Seguía siendo piloto todavía en esa parrilla, y perdió la vida haciendo lo que amaba. Para mí, Roland tenía mucho talento. Es una pena que nunca hayamos podido ver de qué era realmente capaz”, concluyó.