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Falleció Ferdinand Piëch, impulsor del gigante Grupo Volkswagen
Ferdinand Piëch, uno de los grandes nombres de la historia de la industria del automóvil, falleció a los 82 años de edad en un hospital de Baviera. Su esposa, Ursula Piëch confirmó en un comunicado que distribuyó la agencia France Presse que su muerte se produjo "de forma repentina e inesperada" el pasado domingo 25 de agosto.
Ferdinand Piech, ex presidente y consejero delegado que convirtió a Volkswagen en uno de los fabricantes de automóviles más grandes del mundo murió en una clínica en Baviera tras desplomarse en un restaurante, confirmó el diario alemán Bild.
Piech era nieto de Ferdinand Porsche. Se unió a Volkswagen en 1972 y fue escalando, desde Audi, hasta convertirse en consejero delegado en 1993, cuando la empresa estaba sumida en pérdidas. La devolvió a la rentabilidad apostando por la sinergia entre marcas y una mayor producción, sin necesidad de recortar empleos, lo que le valió la lealtad de sindicatos y accionistas por igual. El consorcio ha ordenado que en varias de sus plantas las banderas ondeen a media asta en su memoria.
Piëch fue presidente del consejo de administración y consejero delegado del Grupo Volkswagen y el arquitecto del gigante de la automoción que es hoy el conglomerado alemán, ya que auspició las compras de marcas como Porsche, Lamborghini y Bentley y la refundación de Bugatti.Empezó su carrera en Porsche, fue uno de los grandes impulsores de Audi hasta lo que es hoy, una de las grandes marcas premium del mercado automovilístico. En 1993 se conviritó en CEO del Grupo Volkswagen, al que condujo hasta los primeros puestos del ranking mundial de fabricantes de automóviles, convirtiéndose en uno de los ejecutivos más influyentes en la historia de la automoción.
En 2002, tras cumplir 65 años, dejó el puesto de CEO para pasar a ser presidente del consejo de supervisión de Volkswagen AG, cargo al que renunció en 2015, apenas unos meses antes de que se destapase el DieselGate.
El conglomerado alemán ha manifestado sus condolencias a la familia Piëch "en nombre de los 660.000 empleados de la compañía". Su actual CEO, Herbert Diess, reconoció el legado del ejecutivo, destacando su afán "por ir siempre más allá de los límites de lo realizable". "Miro su trabajo con gratitud y un gran respecto", añadió. En recuerdo a Piëch, las banderas de la marca en los centros de Dresden y Wolfsburg ondearán a media asta.
Piech, que accedió a la presidencia del grupo en 2002, era conocido por su habilidad para superar a los competidores al avivar las rivalidades internas para su propio beneficio, incluso si resultaba en contra de sus propios gerentes. El exdirectivo impulsó la internacionalización del consorcio, integrando marcas como Bentley, Lamborghini, Bugatti y de vehículos industriales como Scania y MAN.
Su estilo de gestión autoritario y su sed de adquisiciones ayudaron a Volkswagen a convertirse en una potencia automotriz global que superó en su momento a Toyota en lo más alto. Su mayor logro fue la adquisición de la marca Porsche en 2012.
El presidente de Volkswagen, Herbert Diess, calificó a Piëch de “valiente, empresarialmente consecuente y técnicamente brillante”. Recordó que como joven ingeniero y con vehículos legendarios como el 917 y el triunfo en Le Mans convirtió a Porsche en una marca en el deporte del motor y se refirió asimismo a sus innovaciones como los motores quattro y TDI, con las que logró convertir a Audi una marca superior.
Para Hans Dieter Pötsche, presidente del Consejo de Vigilancia, Piëch “hizo historia” en el sector del automóvil como “apasionado gestor, genial ingeniero y visionario emprendedor”. De esta manera, desde los años 60 “organizó, impulsó y marcó de forma determinante el desarrollo del automóvil, de la industria y sobre todo de Volkswagen como consorcio global de movilidad”, agregó.
En 2015 Piech dimitió de todos sus cargos. Su legado se ha visto salpicado por las sospechas de quién fue el culpable del escándalo de emisiones del fabricante, que hasta el momento le ha costado a la compañía 30.000 millones de euros y desencadenó la crisis más profunda en su historia. Piech afirmó que había mencionado posibles irregularidades a otros altos funcionarios en 2015 antes de que las autoridades descubrieran la manipulación meses después, pero que esas advertencias no fueron atendidas en ese momento. Asimismo, Piëch acusó a su sucesor, Martin Winterkorn, ante la Fiscalía alemana de haber tenido conocimiento de ello mucho antes de lo que había reconocido.