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Gonchi Rodríguez, 19 años sin el Guererro Oriental
Fue un 11 de Septiembre como hoy pero de 1999, en Laguna Seca, EEUU, cunado se iba físicamente el uruguayo Gonzalo Rodríguez.
Aquel sábado trágico en Calfirnia apagó aquella sornrisa que siempre desplegaba en las buenas y en las malas el talentoso piloto oriental.
Antes de la competencia, Gonchi, estaba preocupado porque el acelerador de su Lola-Mercedes se trababa en los entrenamientos, se lo había comunicado a su padre por vía telefónica, sin embargo el equipo Penske desestimó la versión basándose en la telemetría del motor.
Era su segunda presentación en el CART estadounidense, ahora IndyCar, después de su paso por europa, había sido decimosegundo en su primera carrera en la categoría, en Detroit, y esperaba ilusionado el nuevo auto para la temporada 2000 firmando un contrato con el Capitán Roger Penske.
“Gonchi” empezó a correr los 14 años en karting y F4 en Uruguay.
Tube la suerte de conocerlo en Punta del Este cuando debutaba en la Fórmula 3 Sudamericana y recuerdo esa sonrisa a flor de labios que demostraba su bonomía y escondía ese gran talento que demostró rapidamente en aquel callejero que unía la mansa y la brava.
En 1992 emigró a Europa, donde compitió en Fórmula Ford y Fórmula Renault, F3 y F2 Británica.
En 1997 paso a la F3000 Internacional, en el equipo Astromega donde fue compañero de equipo del argentino Gastón Mazzacane, ganando en Spa-Francorchamps, Nürburgring y Mónaco.
A fines del 99, con 27 de edad, llegó al CART, para ser compañero de Al Unser Jr. en el Penske Racing.
A las 10.10 de aquel sábado 11 de setiembre, la autoridades del Hospital de la Comunidad de Monterrey Península certificaron la muerte del ídolo uruguayo, se había despistado a más de 260 kilómetros por hora en el ingreso al “Tirabuzón”, la curva más emblemática del circuito de Laguna Seca.
Los motivos del accidente nunca se aclararon, al menos públicamente.
La violencia del despite fue tal, que el monoplaza salió volando y cayó dado vuelta contra la contención de hormigón y por desgracia, Rodríguez perdió la vida instantáneamente debido a la fractura de cráneo que sufriera tras el impacto. Aún hoy, 19 años después, se desconocen las causas reales del accidente.
No hubo tiempo para más, nadie imagiaba que llegaría la fatalidad que llamaría al piloto uruguayo al silencio.
A partir de allí nacía la leyenda del auténtico "Guerrero Oriental", ese que se sacrificó para correr en europa, ese que dormía en la cabina de un camión porque no tenía dinero para pagar un hotel.
Ese guerrero que nunca bajó los brazos y cacutivo la mirada del gran Roger Penske, hizo que naciera su Fundación, esa que maneja su hermana Nani y que ayuda y forma niños educándolos y demostrandoles que con esfuerzo, sacrificio y entrega se pueden cumplir los sueños.