TC2000
Opinión
La carrera que quedó en la historia
Cada día que pasa, parece más grande la locura de haber hecho correr al Súper TC2000 con los inolvidables motores V8 en la avenida 9 de Julio, frente al Obelisco, frente a Plaza de Mayo y en avenida de Mayo de la ciudad de Buenos Aires... Todavía sigue dando vueltas en los oídos aquel sonido inconfundible de esos motores que se extrañan. Desde el primer auto en salir al primer entrenamiento hasta la vuelta de Honor del domingo, la adrenalina que se vivió en aquella carrera quedó grabada para siempre.
No eran tiempos fáciles, y sin embargo el Súper TC2000 se animó como nunca a un acontecimiento que paralizó al centro de la ciudad de Buenos Aires y puso al automovilismo nacional en los primeros planos de la actualidad en todos los medios. Fue la carrera más importante de la historia del automovilismo contemporáneo argentino, la de mayor convocatoria y la de mayor rating televisivo desde que hay una cámara en vivo en una competencia de autos.
Además, el espectáculo que dio ese fin de semana el Súper TC2000, a muy poco de nacer con los Radical V8 en su segunda presentación oficial, no se olvidará. Hubo muchas competencias, grandes carreras en la historia de la categoría en su riquísimo camino con el anterior formato de TC2000, pero ninguna superará a la del Callejero en la avenida 9 de Julio.
Fue un evento muy difícil de organizar. Con muchas complicaciones de todo tipo por tratarse de un dibujo de carreras en medio de la ciudad, en plena 'city porteña' y con un contexto político nacional que nunca vio con buenos ojos que los autos pasaran a pocos metros del despacho presidencial de Casa Rosada, aunque era durante un fin de semana.
Visto a ocho años de sucedido fue un proyecto que se inició como una verdadera locura que terminó siendo uno de los más grandes desafíos de la categoría, sus dirigente, el Automóvil Club Argentino y también de los equipos y de los pilotos.
Hacer esta carrera implicó muchísimo trabajo en miles de detalles propios de los circuitos urbanos: calles cortadas, trabajos durante las 24 horas, líneas de colectivos desviadas, paradas de subte cerradas, despliegue de Policía y organizadores durante una semana en el corazón de la ciudad. Si uno quería podía sacar fotos en medio de los boxes sobre la avenida 9 de Julio en donde hoy transita el Metrobus y pober espiar desde los boxes para un lado, el Obelisco y para el otro hacia el sur de la 9 de Julio. Solo de recordarlo hoy, uno se da cuenta de la magnitud del acontecimiento.
Ahora, a la distancia, se puede recordar con detalle lo que fue aquella gesta en la que concurrieron alrededor de 1 millón de personas en los dos dias de actividad. Transitar con los autos de Súper TC2000 con motores importados, con ese ruido en las calles de la ciudad y con tránsito a pocos metros de la Casa Rosada, todo eso marcó a fuego la historia de la categoría.
Desde la logística, organización, respuesta del público, movimiento de prensa y repercusión nacional e internacional, la carrera del Obelisco fue, es y será única en la historia de la categoría y del automovilismo. Pasó el tiempo y no se puede creer semejante realización...
En lo personal me tocó ser uno de los comentaristas de todas las transmisiones que se hicieron por parte de Carburando por TyC Sports y Canal Trece, que por primera vez incluyeron en vivo toda la actividad del fin de semana desde el primer entrenamiento. La Cabina estaba ubicada en la avenida 9 de Julio y estuvimos rodeados por una multitud. No había mucho lugar para transitar como en todo circuito callejero pero sin embargo la organización estuvo perfecta. Después de la clasificación del sábado hacía calor. Con un grupo de compañeros tomamos un café en la esquina de Carlos Pellegrini y Bartolome Mitre...en medio del circuito.
Fue una de las experiencias mas impresionantes que he vivido con el automovilismo argentino, y no se volverá a repetir.
