Opinión
La destrucción de la mediocridad
No hay dudas que a mucha gente no le gusta el Súper TC 2000 y tampoco les gusta el Turismo Carretera. A otros no les interesa el Turismo Nacional y a otros tantos no les apetece el Top Race. Y está bien. Tendrán sus argumentos y están en todo su derecho. Cada uno tiene la facultad de elegir lo que quiere. Lo que no está bien es faltar el respeto, destruir por destruir, ningunear y hacer la crítica sin argumentos. No debemos olvidar que detrás de cada movimiento que se hace hay mucha gente que pone horas de trabajo y de sacrificio para llevar adelante un proyecto.
Es muy fácil, mucho más desde las redes sociales y desde el anonimato, decir lo que a uno se le viene a la mente. La sociedad argentina, no toda, se ha puesto muy cruel emitiendo comentarios de todo tipo. Se juzga personas sin conocer, se les falta el respeto a las instituciones y hay límites que se pasan. La agresión se ha convertido en moneda corriente, se ha naturalizado, y aquí está el problema mayor. Insultar y despreciar al otro es una costumbre. Criticar es más fácil que aportar.
Con esto no quiero decir que no exista la crítica. Todo lo contrario. Debe estar siempre. De los errores se aprende. La crítica constructiva es buena para ayudar a mejorar. Es cierto que duele, que molesta, y que enoja, pero si se hace con fundamentos y por sobre todas las cosas con respeto, la posición de quien la recibe es otra. El dialogo entre las partes debe ser la clave para un mejor entendimiento.
En el automovilismo argentino cada categoría tiene su impronta. Todas tienen virtudes y también defectos. Cada una elige el camino a transitar y fija sus objetivos. Lo único que no deben hacer es olvidarse del público. Sin ellos no serían nada. Hoy como país estamos pasando un momento muy crítico. Nadie está ajeno a los difíciles momentos que atraviesa la argentina y todo está muy complejo. Es por eso que en estos tiempos espinosos, el automovilismo debe mantenerse unido y tratando de trabajar juntos. No caigamos en la bajeza. Utilicemos la inteligencia para superarnos, ya que es difícil soportar la mediocridad de aquellos que quieren humillar para sentirse importantes.