Fórmula 1
La Ferrari de Minardi
En sus 70 años de historia la Fórmula 1 tiene muchos capítulos interesantes y muchas curiosidades que es bueno recordar con el paso del tiempo.
Ferrari sin lugar a dudas es sinónimo de F1 por su larga trayectoria y por ser el equipo más tradicional de la categoría reina.
Pensar que alguna vez alquiló un auto para un equipo particular parece una utopía pero en realidad fue real.
La historia cuenta que el piloto italiano Giancarlo Martini, el tío de Pierluigi Martini, piloto que condujo para diferentes equipos entre 1985 y 1991, fue el protagonista de esta história.
Giancarlo Martini se inició en el mundo de la competición en karts, para comenzar a correr años más tarde y de manera semiprofesional estrenándose en la denominada Fórmula Italia, a bordo de uno de los coches de su amigo Giancarlo Minardi, consiguiendo en 1973 el título tras haber realizado una excelente temporada.
La relación entre los dos Giancarlo se mantuvo a partir de aquel momento, y al año siguiente, integrado Martini como piloto oficial en la refundada Scuderia Everest de Minardi, participa en el campeonato europeo de F2, logrando hacerse acreedor al final de la temporada de un volante en las pruebas que realizaba Ferrari para encontrar nuevos talentos italianos, y para cuya celebración, en Maranello ponían a disposición de los participantes uno de sus Fórmula 1.
Martini, con una interesante experiencia, se concentró durante 1975 en la Fórmula 2 sin lograr buenos resultados, aunque al año siguiente, aprovechando que Giancarlo Minardi consigue de Ferrari que le ceda un flamante 312T para participar en la "Race of Champions", á en marzo de 1976 en Brands Hatch, y en la International Trophy, que tendría lugar en abril del mismo año, en Silverstone, el piloto italiano logra sentarse en su habitáculo.
La posibilidad de participar en 1a máxima categoría fue para Giancarlo Martini extremadamante breve en Brands Hacth, porque habiendo clacificado último y saliendo por tanto desde el fondo, realizó un inoportuno trompo en la vuelta de reconocimiento, por el cual la Ferrari #36 roja con toma de aire blanca, sufrió algunos daños y lógicamente, no pudo continuar.
No ocurrió lo mismo en Silverstone, casi un mes más tarde con Martini, de nuevo a bordo de la Ferrari de la Scuderia Everest , pero con toma de aire negra, lograba clasificar y conseguía disputar la prueba, quedando finalmente 10º, nada menos que tras Carlos Pace y su Brabham-Alfa Romeo, y a una vuelta del flamante ganador, James Hunt, quien esa misma temporada ganaría su primer y único título mundial, con McLaren.
A pesar de este éxito fugaz, Giancarlo Martini no logró cumplir su sueño de entrar en la F1 pero siguió compitiendo, destacando su participación en la Fórmula Aurora durante 1978, donde quedará 4º en la prueba celebrada en Zandvoort, y su participación con victoria incluida en el Donington Fórmula 1 Trophy.
Esta curiosa y coyuntural relación entre Ferrari y Minardi bajo el nombre de Scuderia Everest, y que fue íntegramente dirigida por el de Faenza en estrecha colaboración con la de Il Comendattore, supone de hecho la última cesión de un vehículo del "Cavallino Rampante" de F1 a un equipo privado.