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La Otra Mirada: una vidente le anticipó la muerte a un piloto

Una historia muy particular en La Otra Mirada: una señora anticipó el éxito prematuro en la F.1, pero también su final prematuro. Mirá el video:

La Otra Mirada: una vidente le anticipó la muerte a un piloto
La Otra Mirada: una vidente le anticipó la muerte a un piloto

Talentoso, carismático, seductor. Llegó a la Fórmula 1 muy rápido y tuvo a un gran campeón como maestro. Tocaba el piano, fue pareja de Bridgitte Bardot, pero una vidente anticipó lo peor: su trágica muerte. Una historia muy particular en La Otra Mirada.

Francia se entusiasmaba con un joven que irrumpió en la Fórmula 1. Francois Cevert. El joven, de 26 años, irrumpió con mucha fuerza en la máxima categoría. Apenas cuatro temporadas atrás, el estudiante de piano irrumpía en el automovilismo, y rápidamente llegó a la cima mundial.

 

 

 

 

 

Hijo de Charles Goldenberg, un inmigrante judío que había escapado de Rusia de la Segunda Guerra Mundial, nació en Paris el 25 de febrero de 1944. Para resguardarlo de las consecuencias por la ocupación nazi, le pusieron el apellido de la madre, Huguette Cevert.

De muy joven estudió piano. Dedicó 12 años a la música. Pero a los 16 comenzó con su verdadera pasión: correr en motos. La atracción por la adrenalina se potenció luego por la influencia de su cuñado:  Jean-Pierre Beltoise, que se casó con la hermana de Cevert, Jacqueline.

En cuatro años desarrolló una carrera meteórica dentro del automovilismo. Ganó la Beca Shell al superar a un joven llamado Patrick Depailler, entró a la Fórmula 3 en el equipo Alpine-Renault, en 1968 ganó el campeonato al derrotar a Jean-Pierre Jabouille, que 11 años después le dio el primer triunfo a Renault y a un motor turbo en la Fórmula 1. Y en 1969 pasó a la Fórmula 2 Europea, donde lo reclutó Ken Tyrrell, el Leñador, que ya lo tenía en la mira para llevarlo a la máxima categoría.

De hecho, el gran Jackie Stewart lo adoptó y aprobó tenerlo como compañero de equipo en Tyrrell. El británico sabía de las condiciones del francés. Y el joven tomó al gran escocés como su mentor en la Fórmula 1. Frocois debutó en el GP de los Paises Bajos en 1970.

Fuera de las pistas, Cevert era un seductor. Más allá de su porte y los ojos azules que, según las mujeres, encandilaban, contaba con un aura y un carisma muy particulares. 

Previo a esta carrera deportiva fructífera, el francés estuvo en pareja con Anne Van Malderen, una chica que le llevaba 5 años. Fue una historia particular, porque ella, conocida como Nanou, estaba casada y un día acompañó a su madre a presenciar una sesión con una vidente.

La chica fue advertida por la pitonisa al indicarle que iba a conocer un joven de ojos azules cerca del mar. Y así fue. La rubia parisina de 25 años conoció en Saint Tropez a Francois, de apenas 20. El flechazo fue certero y vivieron un romance apasionado.

Pero allí no terminaba la videncia. Más allá de anticipar que ese joven iba a plasmar una gran carrera automovilística (incluida la obtención de la inicial Beca Shell), le anticipó dos detalles que no iban a ser menores.

“Su éxito se entromete entre ustedes”, le indicó la vidente, al hacer alusión a un corte en la relación por la llegada de otra mujer. Pero lo más impactante lo pronunció después: “Este chico no llegará a celebrar su cumpleaños número 30”.

En 1971, con buena parte del vaticinio cumplido, ya que Cevert competía en Fórmula 1, visitó el Salón del Automóvil de París y allí conoció a la popular  Brigitte Bardot. La actriz conocía muy bien el ambiente de la máxima categoría. Y estuvo relacionada con dos argentinos.

En 1957, Bardott se acercó a Fangio para promocionar un supuesto romance, al que El Chueco esquivó. Una reacción contraria a la que tuvo Charly Menditeguy, que no asistió a una prueba con Maseratti en Mónaco para estar con ella. “Una oportunidad que estaba para desperdiciar”, comentó el piloto, que por esa acción perdió todo crédito en el equipo italiano.

Ese año logró su primera y única victoria en la Fórmula 1 con el Tyrrell. El circuito: Watkins Glen.

Con el dominio de su compañero, Stewart, el equipo fue el gran referente de la máxima categoría por aquellos tiempos. Finalmente en 1973, el escocés logró su tercer título y anunció el retiro.

Unas vacaciones en el Caribe y al regreso, llegó la fecha del GP de la Costa Oeste, en Watkins Glen. El 6 de octubre de 1973, en la tanda clasificatoria Cevert se estrelló contra el guard rail. Como había dicho la vidente en su momento, no llegaría a celebrar su cumpleaños número 30. Tenía 29 años.

Para muchos, estaba destinado a convertirse en el primer francés campeón de Fórmula 1. No fue así. Recién Alain Prost lo logró, en 1985.

La historia de Francois Cevert. El seductor que aceleró a fondo y de manera muy rápida, llegó a donde el resto no podía. Sin embargo, cumplió al pie de la letra lo que una vidente había anticipado. Inclusive, su muerte.

 

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