Turismo Carretera
La sanción a Rossi: Crónica de un final anunciado
La noticia que recibió Matías Rossi por parte de la CAF era la más esperada por el piloto de Ford. El Misil, desde el momento de de la apelación, se la jugaba con un achicamiento de la sanción. Fue así y no es sorpresa. No hay dudas que desde que se presentó dicha apelación, la mínima sanción estaba a la vista. Con el correr del tiempo la ACTC fue descomprimiendo su enojo con el protagonista de Del Viso y la CAF actuó en consecuencia.
Panorama distinto para Rossi
Estar suspendido por una fecha cambia totalmente el panorama para Matías. No es lo mismo para un piloto, que quiere ser campeón, faltar a una fecha que a dos. A Rossi no estar en dos capítulos lo tenía sumamente preocupado. Es más, analizaba seriamente su continuidad en el TC en caso de que la CAF hubiese mantenido su postura. Obviamente que no estar en el arranque dolerá pero ya no tanto. El Ford que llevará el número cinco iniciará su torneo en la segunda fecha a disputarse en el autódromo de Neuquén. ¿Cuánto le cambia a Rossi la forma de encarar el campeonato? Le cambia un poco. Sí está obligado a realizar las cosas de la mejor manera y lo más regular posible. Un abandono, o más, lo complicaría para logar el primer objetivo que es el de entrar a la Copa de Oro. Con una fecha de suspensión el margen de error se acota.
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Crónica de un final anunciado
Los dichos de Matías Rossi en la última fecha del TC, disputada en San Nicolás, generaron mucho revuelo en el seno de la ACTC. Sus palabras cayeron muy mal y no se la perdonaron. Rossi fue citado por la CAF (no fue) y luego vino la comunicación. A partir de ahí el hermetismo por parte del piloto fue total y las especulaciones estuvieron a la orden del día. Ese silencio continuo hasta que se supo, extraoficialmente, de la apelación. Cuando el pedido de revisión por parte de Rossi ya era una realidad, el resultado final se veía venir. La CAF tenía antecedentes, algunos más graves, de achicar la sanción y utilizó sus herramientas y su criterio. Lo que fue un caso de extrema gravedad para la ACTC, con el correr de los días, parece que ya no lo es tanto y se habrá tomado como un exabrupto o un momento de su suma calentura. Por eso la determinación final.
Un tirón de oreja
No caben dudas que la ACTC le pegó un fuerte tirón de orejas a Matías Rossi. Una vez más la institución dejó en claro que en el TC nadie tiene coronitas. Sancionar a un piloto de primera línea como Matías deja un antecedente más.
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¿Debe Rossi cambiar su forma de pensar en el TC?
No debería. Rossi además de su capacidad conductiva se ha diferenciado por decir lo que piensa. Uno puede estar de acuerdo o no sobre lo que dice pero sus palabras llegan. Rossi debe seguir siendo Rossi. Diciendo lo que ve y lo que piensa, aunque a veces a muchos les duela.
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