TC2000 Series
Los dos hechos históricos de Tito Bessone con el Chrysler Neón
Para Ernesto Bessone se trata de una época del año muy especial. Si de efemérides hablamos, entre el 9 y el 10 de mayo ha tenido principal protagonismo con dos hechos que tuvieron preponderancia en la su historia personal como piloto y también en la del TC2000, categoría que casi desde su nacimiento lo tuvo como un referente histórico, ganador y campeón.
El 10 de mayo de 1998 Tito Bessone protagonizó uno de los más espectaculares y dramáticos vuelcos en la historia del TC2000 con un Chrysler Neón a la salida de la viborita y entrada al rulo en El Zonda de San Juan. En tanto, un 9 de mayo pero de 1999 (casi exactamente un año después) en Alta Gracia, Bessone logró el primer triunfo con el Chrysler Neón en el TC2000.
EL VUELCO DE SAN JUAN
En los dos casos el protagonismo ha sido del Chrysler Neón, vehículo que llegó a la categoría en la temporada 1998. El primero de los recuerdos es de ese mismo año en la segunda fecha mientras transcurría la última vuelta de la segunda Final en El Zonda de San Juan. faltaba muy poco para que Juan María Traverso llegue a la victoria con un Honda Civic y Bessone tuvo un espectacular vuelco con su auto en la salida de la viborita y entrada al rulo.
“El accidente que tuve en 1998 fue producto de la imprudencia mía porque yo venía sin hidráulica. Al doblar se me venció la fuerza e impacté a 45 grados, afortunadamente, y no en forma frontal porque hubiera sido mucho más grave. Di muchas vueltas y me asusté mucho porque sentía olor a combustible y no podía abrir la puerta. Los segundos que pasaron parecieron una eternidad por temor a que se prendiera fuego. Eso fue lo que más me impresionó”, contó en su recuerdo del año pasado en Carburando.com
“El accidente fue espectacular y quedó en la retina de todos ya que di casi 10 tumbos y fue en una zona muy crítica. Los colegas que pasaban se imaginaban lo peor y recuerdo a Traverso que paró y bajó del auto y cuando me vio bien me dijo: “Uh, no te mataste”, obviamente en joda pero literalmente,” agregó Bessone.
El excampeón de la categoría remarcó que "la víbora rápida en bajada - era increíble la adrenalina que te generaba. Yo creo que hasta la frenada del rulo, que era un parcial que duraba unos 10 segundos, no se respiraba. Era fantástico manejar ahí y salías pensando que ibas a disfrutar del manejo pero sin saber si ibas a volver con el auto entero. Era un verdadero placer”.