Top Race
Los Girolami se devoraron al de afuera
Si un guionista de cine hubiese querido armar una película con un final como el que se vio en la última carrera de Top Race, le hubiese sido casi imposible. La definición 2018 de la categoría volvió a generar muchísima adrenalina entre tres actores que buscaban la corona.
En el desarrollo de la carrera el campeonato fue pasando de manos entre Franco Girolami, que había llegado como líder, y Agustín Canapino. Con ellos en pista las posibilidades de pintar el Uno para el Bebu Girolami eran prácticamente nulas. Al momento de inicirse la final fue Franco quien sacó ventajas. Una vez más Canapino no logró tener una largada efectiva y el de Isla verde le sacaba el primer lugar en los primeros metros. Hasta ahí todo parecía controlado para el piloto del equipo de Gabriel Furlan. Al margen de ese detalle, que no era menor, faltaba mucho y entre los condimentos de la carrera restaba la parada en boxes. Fue ahí donde el Sportteam sacó chapa. Fueron más efectivos y rápidos que el GF Racing y volvieron a capturar lo que era suyo. La diferencia en pista lograda por el máximo campeón de la divisional daba a pensar que el octavo título estaba a nada de lograrlo. No terminó así. El trabajo del Lincoln Sport Group con la conducción del Bebu fue impecable. Estiraron la entrada para la recarga y cuando lo hicieron, lo hicieron tan bien, que salieron a pista por delante de Franco y Agustín.
La última parte fue electrizante. El nerviosismo lógico de una definición de campeonato estaba a flor de piel. El menor de los Girolami ya no podía con Canapino y necesitaba que su hermano ganase la carrera para lograr el torneo. Fue así y “Franquito” gritó campeón.
Para el Titan la película que estaba viendo era de terror. No podía creer que por un punto se diluía lo que fue a buscar a Río IV. El filme también tuvo su parte de suspenso. Un toque del piloto del Lincoln a Martín Ponte, compañero de Canapino, le pusieron dramatismo hasta la caída de la bandera a cuadros. Más tarde los comisarios anunciaban que todo quedaba como terminó.
No hay dudas que lo vivido ayer en la provincia de Córdoba para la familia Girolami fue un sueño hecho realidad. Quienes aman el automovilismo por naturaleza volvieron a conseguir otro campeonato. A los dos del Bebu en Súper TC 2000 se les suma otro de Franco que también suma dos. Uno en TC 2000 y el recientemente obtenido en Top Race.
En el imperio cordobés hubo festejos y el Martín Fierro estuvo muy presente. Se acordaron de la frase “Los hermanos sean unidos Porque esa es la ley primera” y al no pelearse entre ellos, los Girolami se devoraron al de afuera.
