Opinión
Matías Rossi debe dejar el TC
La sanción que recibió Matías Rossi se veía venir. El lo sabía. Por eso no se hizo presente a declarar ante la CAF de la ACTC. Rossi era consciente que sus declaraciones, en la carrera de San Nicolás, habían pegado fuerte y a la dirigencia no le habían gustado. Rossi, con su ausencia a la sede del barrio de Caballito, dejó en claro que ratifica lo que piensa y lo que dijo. No da marcha atrás. Por otra parte, con su actitud, da a pensar que la relación entre las partes ya no es la misma. Es más tensa, más áspera. La ACTC consideró una falta grave los dichos del piloto de Ford. Saben que lo que dice Matías cada vez que se manifiesta suena fuerte y es muy escuchado. Rossi siempre fue crítico de las cosas que consideraba que estaban mal. Con su postura, guste o no, siempre fue al frente y manifestó las cosas abiertamente. Sin pelos en la lengua.
Es obvio que para un piloto tomar la decisión de dejar de correr en una categoría no es fácil. Al fin y al cabo, además de estar practicando un deporte, es un trabajo. De eso viven. Ahora bien: Todo tiene un límite y Rossi llegó a ese límite. Desde el momento en que considera que recibió uno de los robos más grande dentro de la categoría, más todas las críticas por diferentes motivos que fue haciendo en los momentos que considero hacerlas, el de Del Viso entró en un desgaste que ya no le sirve. Rossi rema solo y en un mar de dulce de leche. El Granadero mira a su alrededor y no encuentra a nadie que lo respalde. Tampoco lo encontrará. El único que lo hace es Laureano Campanera. El responsable del equipo es su amigo y tiene una misma visión de las cosas. El Laucha tampoco se come las injusticias y sigue sosteniendo que hoy Rossi debería tener, “sino fuese por los diferentes papelones”, cinco campeonatos en su poder.
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Las próximas horas serán claves para saber que hará Matías Rossi. El Granadero sigue sin aparecer y por lo tanto sin hablar. Eso genera más incógnita. De ahora en más, el Misil tiene dos caminos a tomar. Uno es el de quedarse, aceptar la sanción, aceptar las reglas de juego, sacar un fuerte comunicado manteniendo lo que piensa y luchar desde adentro contra un sistema que no es fácil. Mucho menos solo. El otro camino es el que tomo Juan María Traverso el día que se cansó que fue el de irse. Lo complejo y preocupante de este último es que todos saben que del TC se pueden ir cuando quieran pero no podrán regresar cuando lo deseen.
En la actualidad Rossi es uno de los pilotos más grandes que tiene nuestro automovilismo, es un referente y tiene espalda para decir lo que piensa. El, como todos, sabe que ser frontal tiene sus consecuencias y ya comenzó a tenerlas. Es por eso que si Matías se siente perseguido, si ve que las injusticias no cesan y si cree que está en una categoría que no le brinda confianza al ciento por ciento, Rossi debe dejar el TC. Un descanso para no hacerse mala sangre no le vendría nada mal.
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