Límite de Pista
Monster: The Ed Gein Story, el nuevo retrato del horror en Netflix
En la siguiente nota, repasa una de las series en tendencia de Netflix.
La tercera entrega de la antología de crímenes reales de Netflix, titulada Monster: The Ed Gein Story, se presenta como una inmersión perturbadora en el universo de Ed Gein: el asesino y profanador de tumbas que inspiró algunos de los íconos del cine de horror. Desde su arranque en una apartada granja de Wisconsin, la serie plantea un retrato intensamente estilizado del vínculo enfermizo con su madre y del descenso a la locura que culminaría en crímenes tan atroces como excéntricos.
Visualmente, la propuesta impresiona: la producción de Ryan Murphy reúne un reparto sólido —con Charlie Hunnam en el papel de Gein— y una ambientación que recrea el Wisconsin de los años 50 con una mezcla de suspenso, grotesco y referencias cinematográficas explícitas. Sin embargo, la construcción narrativa, salpicada de saltos en el tiempo, inserción de figuras de Hollywood ficticias y licencias dramáticas notorias, ha despertado fuertes críticas: muchos señalan que la línea entre hechos y ficción se desvanece peligrosamente.
En el plano de la recepción, la discrepancia es notable: a pesar de haber encabezado los rankings globales de Netflix al alcanzar más de 150 millones de horas vistas en sus primeros días, la valoración crítica ha sido muy negativa, con porcentajes de aprobación que rondan el 20 % en los principales agregadores de reseñas. Se le reprocha que, más que un análisis psicológico o histórico, la serie se convierta en una celebración de la bestialidad sin brújula moral, y que a veces parezca más entretenida por el shock que por la reflexión.
En definitiva, Monster: The Ed Gein Story resulta una experiencia provocadora y dividida: para quien esté dispuesto a ver horror estilizado y sin ataduras factuales, puede cumplir como espectáculo intenso; pero para quienes buscan rigor histórico, profundidad temática o respeto hacia las víctimas, probablemente resulte insatisfactoria e incluso incómoda.