Otras
Muchachos, ¿y si le preguntan a Oreste Berta?
Oreste Berta, uno de los grandes preparadores de la historia, es portador seguramente de muchas anécdotas.
Ganador en todo lo que preparó a nivel nacional, el "Mago", también tiene lo suyo en cuanto a historias curiosas.
La escena nos remonta a una mañana en la "Fortaleza" de Alta Gracia donde recaló el Renault 18, de Rally, propiedad de Gabriel Raies. El producto nacional hizo renegar en demasía a los mecánicos del multiple campeón cordobés que los mandó directamente con el auto a lo de Berta, para ver si le resolvían el problema, ya que se le venia la carrera encima.
"Satanás" mandó a su hermano Juan Pablo al frente de la comitiva para que los mecánicos de Berta se lo resulevan.
Juan Pablo llegó con el auto a las 9 de la mañana y les explicó el problema.
Los mecánicos de Berta S.A. pusieron manos a la obra, mientras que el menor de los Raies aguardaba en la sala de espera.
Se escuchaba de fondo el brioso motor del R18 que era acelerado a rabiar por los mecánicos sin resultados positivos ya que seguía fallando.
El gran Oreste pasó frente al auto sin prestarles atención y se fue raudamente con destino desconocido.
Juan Pablo Raies
Pasó la mañana, pasó el mediodía, el motor seguía fallando y Juan Pablo Raies seguía esperando, ya con apetito y cosquillas en el estomago.
Después de un rato largo, los mecánicos, seguían cambiando piezas pero la falla no desaparecía.
Cuando comenzaba la tarde retornó Oreste que pasó nuevamente por delante del auto.
Después de sentir "rezongar" el motor del 18 y a los mecánicos, al parecer las aceleradas lo perturbaron, por lo que se arrimó al auto y fastidioso les dijo:
"A ver aceleralo, escuchó y en voz baja preguntó: ¿que modelo es este auto?". Los mecánicos se miraron sorprendidos y raudamente salieron a consultar a Raies chico, que seguía en la dulce espera, detrás de una pared.
La respuesta no se hizo esperar y Oreste, con la tranquilidad de los sabios, le extendió la receta:
"Revisen el múltiple de admisión, porque estos modelos tienen una falla de fábrica, un poro que hay que tapar, porque entra aire".
Los mecánicos se miraron entre ellos y duvitativamente detuvieron el motor, sacaron el múltiple, lo revisaron minusiosamente y......sorpresa!!!, estaba el orificio en cuestión.
Lo rellenaron, lo colocaron y el motor luego de más de seis horas dejó, como por arte de magia, de fallar.
Con el R18 convertido en un violín, Juan Pablo Raies, expresó: "Si el "Mago" lo hubiese dicho a las 9 de la mañana, no hubiese pasado tanto hambre!!!".
Fuente: Juan Pablo Raies/Hierro líquido-Pablo Vignone.