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Pagani Utopia Roadster, otra joya mágica del constructor argentino
El mágico constructor argentino despega otra de sus obras de arte. Y lo hará en instancias de plena exclusividad, no podía ser menos: Monterey Car Week, a mediados de agosto, y en Pebble Beach Concours d’Elegance, antes de fin de mes.
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Horacio Pagani lanza en agosto la versión descapotable del Utopia, sucesor de Huayra y Zonda. Serie limitada de 130 unidades y un precio de más de 3 millones de euros.
Es una de esas máquinas que impactan por sus números, cada cifra que se analiza requiere de un instante para procesarla. Y todo eso compite mano a mano con su figura, también deslumbrante, que puede dejar a cualquiera sin palabras un largo rato. Por donde se lo analice o se lo mire, un Pagani es un Pagani.
Ahora, el mágico constructor argentino despega otra de sus obras de arte. Y lo hará en instancias de plena exclusividad, no podía ser menos: Monterey Car Week, a mediados de agosto, y en Pebble Beach Concours d’Elegance, antes de fin de mes.
Horacio Pagani descubrirá allí, formal y oficialmente, el Utopia Roadster, su último hypercar con una serie limitada de sólo 130 unidades de este descapotable con un precio que superará los 3 millones de euros.
Utopia nació hace dos años, un eslabón superlativo de lo que ya habían marcado en la historia de Pagani el Zonda y el Huayra. Ahora, cuando siempre se sospecha que no habrá nada más, el argentino nacido en Casilda, Santa Fe, vuelve a elevar la vara con la versión descapotable de su última creación.
Como primer detalle importante, el Utopia Roadster no lleva un mecanismo de capota retráctil, sino que la capota rígida se desmonta y en caso de lluvia la solución es una capota blanda que se guarda en un pequeño espacio detrás de los asientos. Un par de maletines en línea con los tapizados interiores forman parte de los accesorios de este Pagani.
El interior lleva su marca registrada. Relojes tradicionales, con sus mecanismos a la vista, sólo un pequeño display en el centro del tablero. Bellísima selectora de cambios con el recorrido de las marchas calando una rejilla de titanio, impresionante. La caja tiene 7 velocidades y hay variante automática, claro.
Otra pieza de museo es el volante. La compañía detalla que una fresadora trabaja 28 horas sobre un bloque de 43 kilos de metal, para reducirlo a un elemento de sólo 1,6 kilos, para que luego un artesano termine con los detalles.
La planta motriz es, desde ya, otra de las partes repletas de ingeniería artesanal. Lleva un motor Mercedes-AMG biturbo V12 con 864 CV y 1.100 Nm, que se estima permite ir de 0 a 100 en menos de 3 segundos y alcanzar una máxima de 340 km/h.
Gastón Leturia
