Opinión
¿Por qué le decían “Maneco” a Bordeu?
El sobrenombre es el nombre que se da a una persona en vez del suyo propio y que, generalmente, hace referencia a algún defecto, cualidad o característica particular que lo distingue.
Hace un tiempo, el periodista Darío Coronel me llamó para preguntarme si conocía de dónde surgió el sobrenombre “Maneco” a Juan Manuel Bordeu, la verdad que no lo sé, le contesté.
Recurrí a varios amigos vinculados al deporte motor en Balcarce, entre ellos vecinos que acompañaron la carrera deportiva de Bordeu, le pregunté a su hermana “Beba” y hasta por intermedio de un balcarceño a Graciela Borges, nadie pudo contestarme con firmeza, de donde había nacido ese apodo. Lo mismo a Jorge Reimonte, que fuera su acompañante durante la vuelta de Balcarce-Lobería en el año 1968 y a Eduardo Crovetto, tal vez su último acompañante.
Finalmente, la primera versión consistente, me la cuenta otro vecino balcarceño, apasionado por el automovilismo que es Carlos Bianchini y casi el mismo relato escucho de un coleccionista llamado Horacio Repiso, también de la tierra de Fangio. A esta versión que voy a transcribir la refuerza con varios detalles otro vecino de la tierra del “Chueco” llamado Norberto Mateos, que compartió con Bordeu muchas horas de viaje. Mateos me aporta los detalles menores del nacimiento del apodo “Maneco”.
Cuentan Bianchini, Repiso y Mateos esta historia:
Juan Manuel Bordeu nació en La Peregrina, establecimiento agropecuario de su padre, el 28 de Enero de 1934. En ese lugar estuvo desde su nacimiento hasta los 9 años, ayudaba de pequeño al encargado del campo, que según cuentan, era un empleado proveniente de la provincia de Corrientes llamado Marco.
La salida a recolectar fardos se hacía en un pequeño camión que se utilizaba para las actividades agropecuarias y Marco siempre sentaba en sus rodillas a Juan Manuel, que como todo pequeño se aferraba al volante de ese vehículo mientras completaban las actividades cotidianas y cargaban los fardos junto a los peones del establecimiento.
En una oportunidad, de regreso, luego de las actividades junto a los peones en el campo Juan Manuel, que era el menor de cinco hermanos, les comentó : “Ya maneco” y de ahí, surge que primeramente sus hermanos le comenzaron a decir “Maneco” y fue quedando el apodo que se le otorgó de pequeño y que lo acompañaría toda su vida.
Me cuenta Mateos también, que en una oportunidad, en La Peregrina, Bordeu se cae de un petizo de su propiedad y es donde le queda una dificultad para caminar. Precisamente a ese animal, también lo llamaron “Maneco”.
Finalmente Juan Manuel Bordeu, que alternó su infancia entre La Peregrina y Buenos Aires aprende a manejar a los 12 años en la misma estancia. Sus inicios en competición se dan sobre un Ford 1946 propiedad de su padre, que se lo sacaba a escondidas, para correr picadas.
Foto de Portada: Armando Contreras