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Romero: “Me contaron que el propio Roberto hizo colocar el talud”
Fue un 22 de noviembre de hace exactamente 25 años, en el semi-permante de Lobos que Roberto Mouras lograra su última victoria post mórtem.
En esa trágica competencia largaron la final en la primera fila el Chevrolet de Roberto Mouras y la coupé Dodge de José María Romero.
“El Chueco” Romero recuerda hoy perfectamente ese día y así lo recuerda:
“Ese día mi auto andaba muy bien. Había muchas cosas en juego en esa carrera. Yo por mi lado quería ganar porque sentía que tenía el auto y Roberto sabía que si ganaba en Lobos se le simplificaba el campeonato en la próxima carrera que era en Buenos Aires.
Recuerdo que cuando estábamos por largar la final lo fui a saludar. Roberto me saludó pero no me miró. Lo noté muy concentrado en lo suyo.
Se largó la carrera y enseguida comenzamos a disputarnos el liderazgo. En un momento sobre la ruta 41 vi una frenada muy extensa de Roberto. El quería hacerme una diferencia y se exigía mucho frenando. Una vuelta más tarde lo peor. El accidente. En siete años que llevaba corriendo en TC nunca había visto ninguna desgracia. Llegué a los boxes y me preguntaban que había pasado, yo pensé que se trataba de un despiste fuerte nada más hasta que el “colorado” Zubeldía (oficial deportivo de la ACTC) trajo la inesperada noticia. Me puse a llorar. Lloré mucho.”
Un detalle, interesante para el TC de esa época que recuerda Romero es: “Cuando corríamos en la ruta torneábamos las cubiertas y las dejábamos con 3mm. Todos sabíamos que se andaba más rápido. No sé si eso contribuyó o no para el desenlace fatal.”
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La paradoja:
“Me ha comentado la gente de Lobos que fue el propio Roberto Mouras el que hizo colocar el talud en ese sector de la frenada. En esa época el colaboraba con aspectos de seguridad.”
¿Cómo conociste a Mouras?
“En una carrera de no ganadores en Buenos Aires, yo corría con un auto que había sido de Roberto Mouras y después se lo vendieron a Eduardo Martínez (piloto de Olavarría). Roberto se sentó en mi auto y me enseñó varios secretos para andar rápido. Me acuerdo perfectamente que era un piloto muy prolijo.”
Pasaron 25 años y pasarán muchos más. Para los pilotos y para quienes vieron competir a Roberto Mouras “El Toro” por sus condiciones, por su talento, por su audacia y su coraje contribuyó a la historia del Turismo Carretera y será eterno.
Fotos: Historia TC