TC2000
Rossi y Pernía, el abrazo del alma
Había pasado una hora de la consagración de Leonel Pernía y sobre el final de la conferencia de prensa del flamante campeón del Súper TC2000, irrumpió en escena Matías Rossi. Con la frustración en su rostro, la figura de Toyota tuvo un gesto de grandeza al felicitar ante todos los periodistas presentes a su rival por el logro y cuando se fundieron en un abrazo el piloto de Del Viso dejó escapar unas lágrimas.
Antes, Rossi se había quedado sentado durante varios minutos arriba de su Corolla procesando en su cabeza la oportunidad que se acababa de escapar. Luego pasó un tiempo largo junto al presidente de Toyota Argetina, Daniel Herrero, y al director del equipo, Darío Ramonda, en el recinto técnico. Una vez terminada la charla íntima con los máximos directivos, el piloto saludó a cada integrante del departamento técnico de la CDA del ACA.
Cuando abandonó el sector de la verificación, Rossi caminó y atendió a cada periodista que lo requirió. Al terminar de cumplir ante los micrófonos de los distintos medios, se dirigió a la sala de conferencia de prensa. Allí estaba Pernía. Ramonda ya había saludado al campeón. Y mientras el tandilense respondía las últimas preguntas, Rossi interrumpió para saludarlo.
Se abrazaron largamente en un reconocimiento sentido y sincero. Se hablaron al oído. Y se elogiaron mutuamente. Se miraron a los ojos. Rossi no pudo contener las lágrimas. Pegó fuerte la derrota, aunque también dejó en claro que el título quedó en buenas manos.