TC2000
Santero, el guardaespaldas que cuida y exige a Rossi
El aporte que le está realizando Julián Santero al equipo Toyota es sumamente importante. El mendocino entendió, desde hace tiempo, como es el rol del compañero de equipo y lo está ejecutando al pie de la letra. Santero se ha convertido en el mejor guardaespaldas de Matías Rossi. Quien maneja el Toyota 68 no solo que lo cuida sino que también lo exige. Le hace sentir que no puede fallar porque en el primer traspié, él está para más. Ayer fue una demostración más. El de Mendoza sabía, más allá de tener un auto más liviano, que no podía pasarlo. Al margen de eso lo corrió bien de cerca en un alto porcentaje de la competencia. Entre los Corolla no hay diferencias. Los dos autos se muestran en un mismo nivel pero está claro que en la marca japonesa las reglas son claras y sus respectivos protagonistas lo saben. Santero juega para Rossi y Altuna juega para Santero y para Matías.
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Más allá de saber cuál es el rol que cumple cada uno en la escudería que comanda Darío Ramonda, el trabajo de Santero lo está posicionando entre los lugares de privilegio. Está rápido, es prolijo y está aprovechando el momento hasta donde se lo permiten. Sabe que su auto está para ganar pero para lograrlo deberá esperar el desenvolvimiento del Misil. Un triunfo en el año sería un premio a su tarea.
Con siete fechas el Toyota de Julián está cuarto en el campeonato a tan solo 32 puntos de líder Leonel Pernía y a 30 de Matías Rossi. A partir de ahora quedarán cinco capítulos para definir el torneo 2019. Más allá de su tarea a cumplir, Santero está a la expectativa. Cuidará a Rossi pero también lo exigirá. Todavía tiene un camino por recorrer y en el trayecto, el segundo piloto de Toyota le demostrará a Rossi que si lo dejan está para ganarle.
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