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Se hicieron los pilotos pero no pararon de chocar
Cualquier que sea amante del automovilismo sueña con girar en un trazado mítico. Y qué mejor que hacerlo en Nurburgring, donde grandes páginas gloriosas de la historia deportiva se escribieron en ese legendario circuito. El Nordschleife, de casi 21 kilómetros de extensión, suele abrirse para que el público pueda participar, con autos propios o alquilados en el lugar, para vivir desde adentro la inigualable experiencia de girar en el emblemático dibujo.
Sin embargo, no siempre aquello que se presenta como un día soñado termina de la mejor forma. Un Porsche 911 GT3 rompió una manguera y al ensuciar la pista complicó el tránsito del resto del pelotón. Allí comenzó el incidente, que involucró a 14 vehículos que impactaron. Si bien no se registraron lesionados de gravedad, algunos fueron trasladados debido a los fuertes golpes recibidos.
La secuencia de los golpes quedó registrada gracias a la cámara que llevaba un participante, que al advertir que delante de él había inconvenientes, detuvo su marcha, estacionó a la vera del camino y registró la insólita situación en la curva Hatzenbach.
El conductor que observó la situación, se cruzó al otro lado del guard rail y trató de indicar a los demás conductores que metros más adelante había autos detenidos en el medio de la pista, como consecuencia de los choques. Agitaba los brazos, pero ante la falta de banderilleros, su misión fue estéril. Desde ahí fue testigo de la continuidad de los incidentes y choques.
Tras los golpes protagonizados en ese sector del circuito alemán, el mayor nerviosismo se produjo cuando se intentó rescatar a un conductor, que había quedado atrapado dentro de un Audi. Finalmente después del trabajo de los bomberos, fue rescatado.
