Otras
Se terminaron los millones
Este año será recordado entre otras cosas porque dió punto final al festival de subsidios y gastos innecesarios del Estado en numerosos rubros, entre ellos el relacionado con el automovilismo. En las últimas horas se confirmó desde el Gobierno nacional la rescisión del contrato del programa 'Fútbol para Todos' dándole fin a un ciclo en el cual los ciudadanos con sus impuestos tuvimos que subvencionar una actividad altamente profesional y lucrativa como es el fútbol, deporte al que se sumó el automovilismo desde 2012 con el programa 'Automovilismo para Todos'. Cifras millonarias en pesos y tambén traducidas en dólares que en ambos casos no sirvieron para mejorar la actividad y que en el automovilismo además originó una inédita, injusta y ruinosa división entre categorías. Vivimos en 2016, cambiaron los tiempos, cambiaron los protagonistas, y cambiaron los actores principales. El secretario general de la Presidencia Fernando De Andreis ya dió el cierre definitio al programa y lo mismo ocurrirá con Automovilismo para Todos una vez que termine la última vinculación firmada hace pocas semanas entre el Gobierno y las categorías subsidiadas por un monto de 50 millones de pesos.
Lo que ocurre en el fútbol es lo que ocurrirá con el automovilismo. Nada es casualidad mas allá de los desencuentros y la desorganizacion de la AFA en el fútbol, y la marcada división entre categorías y audiencias en el automovilismo hay un factor que apuró la toma de decisiones: el rechazo mayoritario de la gente a que se siga gastando dinero en estos programas.
Una encuesta realizada en los últimos días por la consultora D'Alessio IROL y Berensztein sobre 400 argentinos mayores de 18 años de todo el país, reveló que 8 de cada 10 argentinos considera que el Estado tiene que dejar de subsidiar el fútbol, y se entiende además a otras actividades deportivas profesionales como el automovilismo por ejemplo. Medido en porcentaje, el informe muestra que el 83% de los encuestados se opone a que el Estado ponga dinero y de los cuales la mitad cree que el tema debe cortarse de raiz y no de manera progresiva. El estudio llegó en un momento en donde se hace sentir la presión social por los aumentos en las tarifas y la política de ahorro en gastos evitables que lleva a delante la actual administración. Cabe recordar que la AFA pidió 3.000 millones de pesos para un nuevo contrato, el Gobierno ofreció 2.500 y en definitiva no hubo acuerdo. El anterior gobierno subsidió con 400 millones de pesos desde 2012 a la ACTC , por medio de FADRA, (100 millones por año) y agregó 50 más para completar 2016.
Fernando Marín, a cargo del programa de FPT además agregó un dato que debe ser tenido en cuenta. Dijo que 'el 84 % de los televidentes que ven futbol lo hacen por cable y solamente el 16 restante lo hace por television abierta o TDA' lo cual agrega otro dato contundente de la realidad, en especial en el interior del país respecto del relato de ver deportes 'gratis' por televisión entre ellos el automovilismo.
Se cierra un ciclo en el que el programa subsidiado por el Estado no sirvió para nada en el automovilismo. Ni los pilotos, ni los clubes, ni las categorías, ni los autódromos, ni los equipos, mucho menos el público se beneficiaron con el gasto de los millones. Manejos bajo auditorías, negocios enredados, salidas de dirigentes, cambios de nombres, de productoras y muchas dudas con pocas certezas. Nada positivo. Con el agregado de la división de aguas entre las categorías preferidas por la anterior administración y las que se quedaron afuera del convite discriminadamente. Cambiaron los tiempos, cambió la gente. Ya no quiere ver más cómo los millones se evaporan en la falsa idea de apoyar a un deporte profesional. La realidad es tan cruda que a la gente no la han dejado mentir en sus opiniones. La abrumadora mayoría se hartó. No quiere que se gaste más dinero en estos programas que han sido un fracaso. De ahora en más el automovilismo deberá ponerse a la altura de las circunstancias y muchas categorías, ahora sin los millones regalados deberán buscar alternativas creativas para intentar seguir viviendo.
