Fórmula 1
Senna: 25 años después, genera fortunas
Nadie duda del poder que posee la imagen de Ayrton Senna hoy, un cuarto de siglo después de aquel fatídico golpe en la curva de Tamburello, donde el piloto brasileño perdió la vida mientras disputaba el Gran Premio de San Marino, en el circuito de Imola, su imagen genera fortunas.
La leyenda del paulista es una fuente que cada vez genera mayor cantidad de dinero. Al menos la recaudación se acrecienta en el Instituto Ayrton Senna, fundado por su hermana, Viviane, y que gestiona y licencia la marca del gran piloto, campeón de Fórmula 1 en tres ocasiones.
Cada año, en promedio, obtiene unos 450 millones de dólares, de los cuales el 15% aproximadamente se destinan a combatir la pobreza entre los niños más desfavorecidos de Brasil. El mayor objetivo es mejorar la educación en ese país. Gracias a ese plan acuden cerca de 1.800.000 niños pertenecientes a 700 ciudades de 19 estados de Brasil.
Los productos Senna se reparten entre material audiovisual, productos con su firma o su imagen como camisetas, gorras, cascos y calzado, entre otros. También se encuentran en el mercado productos con la imagen de Senninha, un cómic inspirado en el ex piloto como chocolatinas o golosinas.
Su imagen sigue asociada a marcas comerciales y campañas sociales. Senna es el último gran ídolo brasileño, para muchos incluso mayor que el mítico Rey ‘Pelé’. “Vivíamos los años 80, con hiperinflación, recién había acabado la dictadura militar; no tenía mucho sentido sentir orgullo de Brasil, pero Senna fue por el mundo llevando la bandera como un símbolo que enorgulleció a tantos brasileños”, dice Alexander Grünwald, periodista especializado en automovilismo.
A juicio de Grünwald, el legado de Senna fue “transformar el deporte”. Su diferencial, además de ser un piloto excepcional, fue el de atender otros aspectos como la preparación física y mental, entender al vehículo y la tecnología y cuidar su imagen. Una encuesta realizada en 2014, en el vigésimo aniversario de su muerte, mostró que 47% de los habitantes de su ciudad natal de Sao Paulo, la más poblada de Brasil, consideraban a Senna como el mayor nombre del deporte nacional. Pelé venía en segundo lugar, con 23%.